“Campaña contra las campañas, ¡por favor!”
Aunque no se sabe con exactitud cuántas sedes políticas funcionan en Cabecera y los barrios vecinos, pues algunas apenas abren puertas y otras trabajan fusionadas con las de otros candidatos, la comunidad se ha comunicado con esta redacción para reclamar por sus derechos. Esto nos contaron algunos de los residentes de Cabecera y Sotomayor.
Evelia López / Periodista del Barrio
La noche del lunes 10 de enero empezó mal y terminó igual para los residentes de la carrera 32 entre calles 49 y 51 quienes tuvimos que soportar desde muy temprano la bulla que salía de una sede política.
Allí resolvieron hacer una fiesta con parlantes sin contar con la opinión de quienes vivimos en la cuadra.
No les importó nada vulnerar los derechos de otras personas de avanzada edad ni de enfermos.
Soy pensionada, estoy mucho tiempo en mi casa y merezco que respeten mis derechos pues no es posible pasar una noche con un bafle a todo volumen pegado a la ventana de mi residencia.
Camilo Rey / Periodista del Barrio
Finalizando la tarde, casi todos los días, llegan seguidores a las sedes políticas de unos candidatos al Congreso, frente al restaurante Shangai.
Esta gente seguidora de los políticos se parquea en la vía obstaculizando el tránsito y para completar discuten si alguien pide que los dejen transitar.
En días anteriores un seguidor me iba a golpear el carro porque le pedí que corriera su vehículo.
Vale la pena preguntarse ¿dónde están las autoridades de tránsito? ¿Por qué no acuden a estos lugares a estas horas a sacar las fotomultas?
Wilson Romero / Periodista del Barrio
El ejemplo de nuestros futuros gobernantes… Durante varias horas de la tarde del lunes 10 de febrero, el dueño de esta camioneta la atravesó. Literalmente.
No dejó espacio para que la gente pasara y no hubo poder humano que la corriera, ni siquiera las repetidas quejas que se dieron al CAI de la carrera 29 con 48, que queda a escasos 15 metros donde a este conductor le dio por atravesar su vehículo.
¿Dónde están la Policía, los alféreces y la autoridad de espacio público?
¿Será que el truco es poner distintivos políticos para que nadie me diga nada?
M.N.N. /Periodista del Barrio
En la calle 35 con 29, junto a una sede política constantemente vemos cómo está llena de carros que obstruyen la entrada a edificios y parqueaderos aledaños.
Este lunes en la noche (10 de febrero) un señor que iba para la sede, un taxista, atravesó el carro en un jardín que con tanto esmero arreglamos los vecinos.
Por más que se le dijo que lo retirara el señor dijo que no, y mientras tanto entraba y salía de la sede.
Adicional a eso llamamos a la Policía y no vienen a hacer correr los carros que tapan la vista y que por eso suceden accidentes.
No me parece que las personas pasen por encima de los demás así no más.
Leyes clarasSegún el Manual de Policía, Convivencia y Cultura Ciudadana de Bucaramanga, uno de los valores para tener en cuenta es el respeto a la vida, al medio ambiente, al espacio público, al patrimonio cultural y a la salubridad pública (Artículo 12). Además en el Artículo 12, numeral B. dice que un deber ciudadano es “Permitir el tránsito de peatones y vehículos en las vías públicas y no obstaculizar su paso sin justa causa, atendiendo las normas que rigen la materia de señalización, tránsito y transporte. Y según el Acuerdo Municipal No. 006 de 2005, punto 4, es un deber “Cumplir en todos los sitios y actos públicos y privados, la normatividad vigente sobre emisiones de sonido, niveles de ruido y contaminación auditiva. En todo caso se deberá informar con anterioridad a las personas que puedan resultar afectadas.
El Código Nacional de Tránsito también cobija a estos residentes afectados, pues en el Título IV, Capítulo II, Artículo 131 establece multas de 15 salarios mínimos legales diarios vigentes a conductores de vehículos que: – Estacionen un vehículo en sitio prohibido. – Bloqueen una calzada o intersección con un vehículo. – No respete el paso de peatones que cruzan una vía en sitio permitido para ellos o no darles la prelación en las franjas para ello establecidas.
Y la Constitución Política de Colombia, en su Artículo 82 dice que “Es deber del Estado velar por la protección de la integridad del espacio público y por su destinación al uso común, el cual prevalece sobre el interés particular”.
En el Decreto 1504 de 1998. Reglamento del espacio público en el POT de Bucaramanga también se mencionan disposiciones sobre este tema.