“Obras en el lago no afectan el ecosistema”
Seis años tardó la Corporación El Lago para tomar la decisión que hoy llena de asombro a quienes pasan por la carrera 55 de Lagos del Cacique y observan que el nivel del agua no es el mismo de siempre.
No es fácil poner de acuerdo a los 65 propietarios de los tres conjuntos residenciales que rodean el lago y que desde hace 10 años son sus propietarios.
Por eso, además de las juntas de administración de los conjuntos se creó la corporación, conformada hoy por Félix Jaimes Lasprilla, Alonso Plata Navarro, Ángel Miguel Pico y Manuel Pinto Forero.
Al ver que la erosión cada vez era más grave y que incluso se empezaron a ver daños en la caseta de entrada al sitio y la vía interior principal, esta comisión tomó la decisión de actuar y para empezar era indispensable bajar el nivel del agua del lago.
“Desde el punto de vista técnico, la parte sur es la cabeza de un talud y al deteriorarse las mallas, a las que no le pusieron recubrimiento, con el tiempo la tierra falla y el agua empezó a circular por debajo de la caseta”, explicó el ingeniero Félix Jaimes.
Entonces durante tres días, con cuatro motobombas de cuatro pulgadas lograron reducir apenas 20 centímetros. tuvieron que hacer una conexión a la red de alcantarillado del Empas para poder lograr el nivel requerido.
Encontraron hundimientos en los taludes debido a la falta de revestimiento de los gaviones.
“Empezamos por recuperar las partes más críticas para lograr la estabilidad de las márgenes, todo esto con un muro de concreto reforzado y en otros sectores gaviones revestidos. Para hacer esto nos asesoramos con un ingeniero estructural, un biólogo, ingeniero geotecnista, ingeniero civil y topógrafo, además siempre hemos tenido la supervisión de un ingeniero del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, que es la autoridad ambiental urbana. Es importante decir que esto había que hacerlo y que postergarlos podría traer futuros daños no solo a las vías que lo rodean, a las edificaciones, sino al mismo lago”, manifestaron.
“No hay daño ambiental”
Con la asesoría de un biólogo bajaron el nivel hasta lograr una altura de 50 centímetros, lo que según el experto no es un peligro para la vida de las especies que allí habitam.
“En las visitas que nos ha hecho el AMB no han encontrado un solo pez muerto, es mentira”.
Según Nelson Abimelec Suárez, de la subdirección ambiental del AMB, se cree que en el lago hay cerca de 8 tortugas, peces como tilapias, bagres y cachamas; garzas blancas (o garrapateras), gansos y patos. Y alrededor se pueden observar iguanas, ardillas y varias especies de pájaros.
Sí es privado
“El lago lo salvamos nosotros, los tres conjuntos. Se lo compramos hace 10 años a la familia Sánchez Puyana para mantenerlo como lago. Como era privado y no estaba en el POT querían secarlo y urbanizar. Nosotros dijimos que no lo dejábamos secar. Se incluyó entonces en el POT como lago, pero el dueño no dejaba entrar a nadie. Un buen vecino, don Gonzalo Díaz, lo convenció de que lo vendiera y entre las 68 casas de los tres conjuntos lo compramos y le hicimos escrituras”, dijo don Alonso Plata, presidente de la corporación, sobre quién tiene los derechos de este humedal.
Por eso, en la actualidad, los residentes deben pagar una cuota para el sostenimiento del lago, que es de $3 millones mensuales, costo que incluye el sueldo de un jardinero, el alimento de los peces, de los patos y tortugas, abono, y cuidado y limpieza de matas, entre otros.
Además, ahora tendrá que hacer su aporte para lograr los $200 millones que cuesta esta obra, pues además de hacer los muros de gaviones con revestimiento, tienen pensado una zona de avistamiento de pájaros, cambiar los pasamanos, retirar la malla que lo cubre al interior del conjunto y embellecer así el paisaje.
Para Nelson Abimele, ingeniero forestal especializado en ordenamiento territorial, aunque las obras no afectan el ecosistema del lago, sí es necesario que se terminen las obras pronto para volver a alcanzar el nivel adecuado del agua, que debe ser entre 3 y 4 metros y así permitir que los animales vuelvan a disfrutar de su hábitat.
Según el ingeniero forestar, las condiciones de este lago o humedal forman un microclima que trabaja entre vaporación, brillo solar y humedad relativa. Esto hace que estos sectores sean más frescos y agradables para vivir, esta es la importancia de humedales andinos ubicados en zonas de montañas.
“Hay otros humedales llamados ciénagas, están en las márgenes de ríos grandes, estos cumplen con la función de drenar el río y también mantenerlo en las sequías. Este ecosistema (Lagos del Cacique) fue creado por el hombre y hay que protegerlo como cualquier humedal natural”.