Inteligencia social: humano vs. canino
Por Nicolás Alberto Alzate M.
¿Qué es la inteligencia social? Respondamos a través de una anécdota. Por un andén peatonal de las vías del barrio Cañaveral, caminaba una anciana en las horas de la mañana, aprovechando el sol primaveral. Por el mismo andén se acercaba de frente un joven adolescente acompañado de dos perros, uno lo traía amarrado correctamente y el otro lo había soltado. La anciana temblorosa, se bajó de su andén peatonal con un poco de miedo ante la presencia del animal; en ese momento, un motociclista la atropelló y le fracturó la cadera.
Si usted, amigo lector, tiene una mascota, la saca a pasear o a hacer las necesidades fisiológicas alrededor de su conjunto o barrio residencial, la ciudadanía le pide que desarrolle la inteligencia social. Ceda el paso a los niños, a los adultos y a los mayores; hágase a un lado y amarre su mascota para que las personas puedan utilizar el andén peatonal. La persona con inteligencia social, utiliza el sentido común y prefiere cuidar la salud y el bienestar de su prójimo, de su vecino e incluso, del forastero.
Hoy sabemos que se impulsan los derechos de los animales y su mascota tiene derecho a ser paseado, pero eso no significa que el perro desplace a los seres humanos de aquellos lugares hechos para que el peatón pueda transitar sin peligro alguno.
Por tanto, la inteligencia social es la expresión de actos de civilidad, de cultura y de respeto con el que se enaltece la presencia de aquella persona con la que usted se encuentra en el diario caminar.
Se recomienda a la secretaría de desarrollo urbano del municipio o de la ciudad, que estudie la posibilidad de construir caminos para caninos donde los animales puedan disminuir el estrés en que viven por estar encerrados en pequeños apartamentos.