Pierde la comunidad
Editor Gente de Cabecera ([email protected])
Situaciones como la vivida en Bogotá con la destitución de Petro y lo que está pasando en Floridablanca con un alcalde que debe gobernar con un gabinete que no le camina por ser de su antecesor y una demanda de inhabilidad en curso, independientemente de si es justo o injusto deja claro la crisis de gobernabilidad por la que se atraviesa.
Aunque la ley debe aplicarse por igual a todos los funcionarios, y en eso los organismos de control tienen toda la razón, queda claro que las grandes damnificadas en este caso son las comunidades y las ciudades que ven afectados sus procesos de desarrollo.
El caso de Floridablanca es dramático, ya que después de tres alcaldes que no terminaron su periodo, llegó uno al que le está tocando gobernar con un gabinete ajeno (por ley de garantías no puede cambiar a sus secretarios de despacho) y está sujeto a una posible inhabilidad por una demanda interpuesta por el caso de la prima técnica que le aprobó a Eulises Balcázar cuando ocupaba el cargo de concejal.
Sus detractores políticos dicen que su gobierno no irá más allá de junio del año entrante.
De ser así, vuelve la pregunta: ¿quién gana y quién pierde con esto?
De seguro que quienes pierden no son los gobernantes, pues ellos tarde o temprano se enganchan en otro puesto. Tampoco los partidos que buscan su reemplazo rápidamente.
Quien verdaderamente pierde es la comunidad y en este caso Floridablanca que no se puede desarrollar debidamente y que se desangra en medio de la pelea de los sectores políticos y politiqueros que poco o nada les interesa el bien común, sólo su parcela.
Triste realidad la que se vive en nuestros municipios colombianos, mientras sus dirigentes solo piensan en las elecciones del próximo año.