“No soy ningún estafador”
Araíz del desmantelamiento de una banda de estafadores que utilizaba como fachada una compraventa de carros en la calle 56 entre carreras 27 y 28, han surgido inconvenientes para otras personas que nada han tenido que ver con el caso.
La Policía Nacional, en operativo realizado en octubre de este año, capturó a una mujer e hizo público el delito de estafa que ella y otros delincuentes habrían cometido contra varios ciudadanos mediante la compra y venta de autos y casas. Según la policía el centro de operaciones era un negocio ubicado en la mencionada dirección.
Pese a la captura y a que la autoridad avanzan en la ingestigación un ciudadano que tiene ahora en arriendo el mismo local enfrenta problemas.
Según el comerciante, ha recibido amenazas.
“Tengo en arriendo este local desde diciembre de 2012 y no tengo nada que ver en absoluto con la banda de estafadores. No se imaginan cómo mi vida cambió después de eso, pues recibí un sobre de manila en el que me decían que debía abandonar la ciudad. No les presté atención porque pensé que se trataba de esas amenazas que reparten en los barrios, sin embargo la Policía me dijo que no eran normales ese tipo de comunicados y que debía prestarle atención porque eso era una amenaza de muerte. Tengo miedo y vivo encerrado por lo que me pueda pasar a mí y a mi familia”, explicó.
“No sabía lo que ocurría en ese local antes. Un día abrí la puerta y dos tipos entraron al local haciéndome reclamos de la plata de una camioneta. Les dije que no sabía de qué me hablaban, que había tomado este sitio en arriendo y que en la inmobiliaria les podían dar más datos. Cuando se fueron me dijeron que si comprobaban que lo que yo les decía no era cierto ‘me mandaban a dar bote’ pero como yo tengo la consciencia tranquila no me preocupé”, dijo el hombre quien nuevamente aclaró que no tiene nada que ver con negocios ilícitos.