“Es la primera vez que veo una tan mal”
El color opaco que durante varios meses se apropió de la piel de la Gorda de Botero del parque San Pío desapareció.
Y se esfumó gracias a los trabajos que hicieron Armando Arango y sus colaboradores que trajo de Medellín.
El restaurador paisa explicó que con esta obra del maestro Fernando Botero se hizo un mantenimiento completo de tres días y que fueron contratados por la Alcaldía de Bucaramanga para este oficio.
“En todo el tiempo que llevo restaurando las obras del maestro Botero es la primera vez que veo una tan mal y esto se debe a que está ubicada en una zona supremamente contaminada por vehículos, es una lluvia ácida que ataca la pieza y que obliga a hacerle un mantenimiento regular. Hace casi un año vinimos a restaurarla por parte de la aseguradora, pero como la encontramos ahora es lamentable”, aseguró el restaurador.
Precisamente para evitar el desgaste constante y llegar a estos extremos, el experto capacitó en estos días a un funcionario de la Alcaldía de Bucaramanga para que se le haga limpieza a la escultura por lo menos cada cuatro meses.
“Es un tiempo aproximado pero esta persona con el tiempo se dará cuenta cada cuánto retocarla, pues con el polvo que le cae y el agua se hacen unas rayas, es una acidez terrible para la pieza. Esto hay qu cuidarlo y de eso se trata este entrenamiento con el funcionario”, concluyó Arango.