El agua fortalece el crecimiento y el desarrollo de los bebés
Audry Laguado / GENTE DE CABECERA
Cuando un bebé llega a una familia todo es felicidad. Sin embargo desde ese momento los padres empiezan a pensar en su formación y desarrollo.
Algunos han optado por llevar a sus bebés a practicar natación. Se ha comprobado que el medio acuático es esencial para que el niño, o la niña, tenga un mejor desarrollo en sus habilidades motoras, socioafectivas y cognitivas.
Además que le da la posibilidad de tener experiencias con mayor libertad y continuidad de movimientos. De hecho, la matronatación, como es llamada esta actividad para los pequeños, es considerada por la mayoría de especialistas como uno de los mejores métodos de estimulación y progreso.
Entre otras cosas, los niños que son llevados a practicar matronatación en sus primeros meses de vida, deben estar acompañados por sus padres. En este ejercicio los pequeños y adultos fortalecen lazos de confianza, amor y seguridad.
“Los niños que son llevado a natación son niños más seguros de sí mismos, su proceso de crecimiento es mejor, son niños más sociables porque en las clases interactúan con otros pequeños, además adquieren disciplina y saben seguir instrucciones.
“Por otro lado el sistema inmunológico se fortalece mucho, pues poco se enferman y si les da algún tipo de virus realmente no es tan grave” aseguró Carol Santos, quien junto a su prima Sandy Flórez han decido dar a conocer esta práctica en Bucaramanga y el área Metropolitana. Hasta el momento son pioneras en estos procesos de formación en la ciudad.
Cabe resaltar que antes de cada práctica los bebés son llevados a una sesión de estiramiento y calentamiento muscular, por otro lado las piscinas en las que se realizan los entrenamientos deben estar libres de químicos como el cloro.
¿Quiénes pueden practicarlo?
En teoría, desde que el bebé sale del vientre podría iniciar su proceso de matronatación, sin embargo no es lo ideal, en sus primeras semanas de vida se están acoplando a su nuevo entorno.
“Lo ideal es que los niños inicien su proceso a los 4 meses, pues a esta edad ya tienen un cuadro de vacunas completo y su sistema muscular está más fortalecido, esto ayuda a que el proceso sea mejor.
“Desde ese momento ellos hacen su primer proceso hasta los 11 meses, luego continúan de los 12 meses a los 23, en el que están en otra etapa del proceso más avanzada y de los 23 a los 36 meses terminan el proceso de matronatación”, aseguró Carol.
Sin embargo esto no quiere decir que los más grandes no puedan seguir, desde los tres años en adelante comienzan un proceso de natación infantil.
“Esta práctica es ideal para el desarrollo de los bebés porque aprenden a interactuar con sus padres. Después de cada clase mi hija está más relajada.
“Con la matronatación aprenden rutinas, disciplina y sobre todo desarrollan su potencial cognitivo. Este hacía falta en la ciudad y sobre todo a las más pequeñitos” dijo Julio César Alvarado, padre de Luciana una pequeña de cinco meses.