Una prueba de disciplina y orden
Acabó de expedir su cédula de ciudadanía y ya debe hacer campo en las paredes de su cuarto para colgar las medallas que se ha ganado jugando tenis de mesa.
María Daniela Castillo Castillo vive y respira junto a su raqueta desde los 8 años.
Lo que empezó como un pasatiempo se convirtió hoy en una disciplina, una forma de vida y un gancho para lograr sus metas personales.
Hoy el tenis de mesa es más que un deporte… es su estilo de vida pues alrededor de la mesa y la malla giran hoy sus estudios profesionales y el poco tiempo que tiene para compartir con su familia, pues la mayoría está por fuera de casa asistiendo a competencias nacionales e internacionales.
Precisamente por estos días acaba de desempacar maleta pues estuvo en Tunja en el Campeonato Nacional de Mayores y días antes estuvo en Francia, en el Campeonato Mundial de Mayores de Paris, donde logró una destacada participación.
Todas estas participaciones las hace con la Liga Santanderena de Tenis de Mesa, a donde llegó siendo una niña y de la mano de Juan Toro, su entrenador.
“Él me vio un día jugando y me llevó a un evento nacional, allá gané medalla de oro, entonces me llevó a la liga para seguir entrenando y luego ser parte de la Selección Santander de este deporte”, explicó la joven quien luego pasó a perfeccionar sus saques con Juan Pablo Bernal.
Aunque no cuenta con apoyo de la liga desde hace cerca de tres años, su gusto por la raqueta va más allá.
“Por ejemplo, ni a Juan Pablo ni a nosotras las de equipo nos dieron nada para el viaje a Tunja y así ha pasado con muchos eventos en que nos toca a nosotros de nuestro bolsillo pagar todo para poder asistir. Por fortuna mis papás siempre me han apoyado en todo desde pequeña y me han financiado las participaciones”, comentó esta apasionada por el deporte e hija de Samuel Castillo y María Esperanza Castillo.
Dedicación y entrega
Su preparación siempre ha ido de la mano con el orden y dedicación, por eso saca tiempo para ver partidos por Youtube y aprender de las explicaciones de los entrenadores.
Además ha participado en clínicas internacionales (escuelas de entrenamiento y formación deportiva) en Brasil, a donde ha viajado con frecuencia en vacaciones para conocer de cerca los aportes de otros entrenadores.
Este deporte, que exige agilidad mental y física le ha permitodo a María Daniela no solo conocer otras culturas sino ser merecedora de una beca para estudiar en una universidad de Missouri, Estados Unidos.
Luego de ponerse en contacto con el entrenador de la institución, de enviarle su hoja de vida y videos de lo que ha hecho, esta joven se ganó el cupo para iniciar en agosto próximo su carrera de ingeniería ambiental.
“Sé que esto me exige más como mujer y profesional, pero lo lograré. Tengo 18 años y quiero seguir practicando este deporte hasta que pueda. Esto exige mucha agilidad, pensar y actuar muy rápido, y tener mucha inteligencia. Para cada juego uno debe prepararse física y psicológicamente y mi entrenador, mis padres y mi hermano que es un pupilo en matemáticas (de 23 años y quien también ha viajado en varias ocasiones a competencias internacionales) también me han ayudado en esto. Es un desafío grande y espero seguir jugando allá y entrenando aquí en vacaciones”, concluyó la joven que además se define como una amante de la música, de la fotografía, del baile y del compartir con sus amigos.