El taekwondo, un aliado para niños vulnerados
Además de propiciar la práctica del deporte, Reinaldo Orejarena imparte desde sus clases salud, buenas costumbres y mejor calidad de vida.
Él es el dueño y fundador de la academia de taekwondo Kwuando, que hace siete meses empezó a hacer algo más que formar buenos deportistas.
Como parte de su proyecto de grado de ingeniero industrial de la Pontificia Universidad Javeriana, encaminada siempre en el ámbito social, este joven decidió, además de crear su propia escuela de taekwondo, incluir a niños de escasos recursos en sus salones.
Y así como lo ideó hoy funciona: por cada dos niños de la escuela se financia a un niño con problemas de vulnerabilidad.
¿Pero de dónde escoger a los beneficiados de su proyecto?
Acudió entonces a la fundación Niños de Papel, con la que trabaja hace siete meses, desde que inició el proyecto.
Aparte de entrenar con ellos de 4 a 6 horas por semana para convertirlos en deportistas de alto rendimiento, sabe que desde sus principios deportivos está formando nuevas personas.
“Este deporte los hace menos agresivos, cambia su actitud y forma de vida. Además los obliga a ser más disciplinados porque para continuar con los beneficios que tienen con nosotros y la fundación ellos deben comprometerse a cumplir con sus obligaciones académicas, es el principal requisito para luego aspirar a una beca universitaria local y seguir con sus proyectos de vida”, explicó Reinaldo.
Y quienes sí pueden dar fe de los buenos resultados de este primer semestre de labores son las tutoras de los niños de la fundación, quienes confirmaron que han notado cambios positivos en la actitud de los menores.
Resultados que dan esperanzas
En tan poco tiempo los entrenamientos han servido para descubrir varios talentos, y algunos de estos ya han participado en eventos departamentales logrando excelentes resultados.
“Hubo un par de jóvenes buenos pues a pesar de los nervios y la novatada que pasaron, quedaron en los primeros puestos. Esto nos ratifica los buenos deportistas que hemos descubierto”, comentó Reinaldo, quien además es cinturón negro.
Necesitan ayuda
Aunque la escuela Kwando pone para este proceso el piso oficial de taekwondo (que además sirve a los jóvenes para que se vayan familiarizando para futuras competencias), requieren de ayuda para continuar.
“Tenemos petos, paletas y otros elementos, pero no nos alcanzan. La fundación financia ayudas por medio de patrocinadores, sin embargo a la fecha solo tenemos cuatro uniformes y ellos deben compartirlos, y son 20 niños. Invitamos a quienes alguna vez practicaron este deporte y tienen materiales y protectores que no usen, que nos los donen para continuar con esta hermosa labor. Igualmente ayuda para los demás implementos que faltan”, dijo el líder.
20
niños y niñas entre los 10 y 17 años hacen parte del proyecto.
a Kwando, calle 64 # 46-43 La Floresta o llamar al 6043662.