Los dueños de la calle
La semana pasada una pareja que había parqueado su moto en la bahía ubicada en la iglesia de San Pedro, se sorprendió al salir de misa y encontrarla sobre el andén. Al indagar con la persona que ‘cuida’ el sitio, esta les respondió de manera airada que le habían quitado espacio para un carro.
En otra ocasión y otro escenario, un hombre vio como uno de esos supuestos vigilantes le rayaba su automovil por la sencilla razón de que no había quedado contento con el pago que le habían dado por el tiempo de estacionamiento.
Como estos son muchos los casos que a diario se repiten en diferentes puntos del área metropolitana de Bucaramanga, donde existen personas que se han tomado las calles para hacer de ellas su propio negocio.
El tema no deja de ser preocupante si se tiene en cuenta que muchos vehículos han sido objeto de daños y algunos conductores, especialmente mujeres, han tenido que sufrir humillaciones y ultrajes por parte de quienes se creen con el derecho de cobrar por el uso del espacio público.
Algunos han ido más allá y han montado mafias completas que se apoderan de cuadras y bahías, en donde solo pueden estacionar quienes ellos autoricen.
¿Quién les pone control a estas personas?
La recuperación de las calles merece tener en cuenta estas situaciones con el fin de brindarle seguridad y tranquilidad a los ciudadanos.
Si bien se está haciendo un esfuerzo grande por despejar las vías de la ciudad de carros estacionados en sitios prohibidos, y se está estimulando el uso de los parqueaderos, es importante empezar a ejercer vigilancia sobre estos otros lugares para evitar más agresiones de parte de estas personas que no solo imponen sus tarifas sino que agreden a quienes no se amoldan a sus solicitudes.