“¡Qué falta de respeto!”
Por: Martha Castellanos de Pinzón/Periodista del Barrio
Estoy indignada por algo que nos sucedió.
Nos sentamos con mi hija arquitecta en una banca del parque San Pío con carrera 36.
Estábamos riéndonos, dialogando y ella me abrazaba y daba besos de cariño cuando nos sorprende una patrullera preguntándonos qué relación teníamos.
Lógico dimos el parentesco: madre e hija, nos pidió identificarnos como si esto fuere un delito y luego nos insinuó que éramos lesbianas porque así lo dijo quen llamó al CAI a decirlo.
Esta injuria es digna de alguien ignorante, amargado, resentido, irresponsable y de mente pervertida, descontenta con su soledad y suerte… de alguien propenso a juzgar severamente y de tener una imaginación baja, ¡qué falta de oficio!.
¡Qué injusticia! Podría jurar que si mi hija me estuviera pegando, insultando, maltratando o viceversa no había llegado tan rápido la Policía.
Cosas terribles y verídicas que sí pasan allí como marihuaneros, prepagos, encuentros de parches, pandillas, estafadores y atracadores… y con eso sí no pasa nada.
Cuántos padres no darían todo –esperando toda una vida- por una manifestación amorosa de los hijos.
¡Triste que pasen cosas así!