Más que medidas hay que educar motociclistas
El problema de las motos y los accidentes de tránsito llevó a las autoridades a plantear medidas que de una vez, y sin haber entrado en vigencia, fueron rechazadas con protestas por los motociclistas.
El tema es bien complejo porque ambas partes tienen sus razones.
Si bien hay motolocos que andan en esos vehículos violando todas las normas y haciendo lo que les viene en gana, también hay quienes utilizan este medio de transporte como un modo de sustento o de movilización de su familia.
Por eso las medidas propuestas deberán ser bien afinadas para no perjudicar a unos, pero sí poner en cintura a otros.
Vale aclarar que buena parte de lo que se plantea está contemplado en el Código Nacional de Tránsito y por tanto es de estricto cumplimiento; como por ejemplo, transitar a 30 kilómetros por hora cuando se está en zona residencial o en inmediaciones de un colegio.
Aquí no hay nada qué discutir. Sin embargo, ¿cuántos motociclistas y no motociclistas conocían esta restricción? Seguro que muy pocos.
Entonces el problema en buena parte es de desconocimiento de las normas y aplicación de las mismas.
Si tanto conductores como autoridades se acogieran a esta reglamentación disminuiría esa accidentalidad.
Lo que pasa es que muchas de las normas se quedan en el papel y poco se difunden y se conocen.
El primer paso en todo este proceso es educar a los motociclistas para poder después exigirles respeto a lo pactado.