Pink Sucks se la jugará por Santander
El Campeonato Nacional de Roller Derby inicia en mes y medio en Medellín y la adrenalina aumenta entre las integrantes de Pink Sucks, las únicas representantes de Santander en este evento.
Las ganas de dejar en alto su ciudad en un deporte conocido por pocos son más fuertes que las dificultades que han tenido para lograr que su nombre sea escuchado y respetado.
Su mayor obstáculo desde que se conformó el grupo de 23 jóvenes -entre 16 y 28 años- ha sido la falta de apoyo para tener un sitio fijo de entrenamiento.
Aunque han tocado las puertas de las instituciones encargadas de promover el deporte en la ciudad, sus peticiones no han sido escuchadas, pues existe en el medio el riesgo de apostarle a una práctica que muy pocos conocen.
Por eso desde el año pasado decidieron reunirse en el parque San Pío para entrenar y perfeccionar sus habilidades.
“Allá hay dos canchas y cuando llegaban grupos de chicos a jugar parecía como si fuera una obligación de nosotras desocupar el campo para entregárselo a ellos. Entonces venía la Policía y nos decía que por favor nos retiráramos que ellos (otros jugadores hombres) necesitaban la cancha. Fue una época muy fea porque nos patearon alguna vez los implementos deportivos y nos ofendían. Nos aguantamos un poco pero ya un día un Policía me empujó en esa discusión por desalojar rápido la cancha”, narró Bailby Yusely Ramos Jerez, capitana del equipo.
La indignación de las deportistas las llevó a enviar una denuncia formal a la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, institución que remitió el caso al Comando de Policía Metropolitana de Bucaramanga.
“Aunque la conciliación con el policía implicado no inició en buenos términos, finalmente te retractó de sus actos y ofreció disculpas. Además nos dijeron que podíamos contar con las canchas de San Pío para seguir con los entrenamientos. Nos alegra que esto haya finalizado bien, sin embargo no volvimos a ese parque porque nos da cierto miedo de que por ser mujeres nos sigan vulnerando”, manifestó la deportista.
Por eso desde hace dos meses decidieron continuar con sus 9 horas semanales de entrenamiento en el parque de Los Leones y en el coliseo de Ideflorida, junto al estadio Álvaro Gómez Hurtado.
“Solo esperamos contar con más apoyo pues somos las únicas santandereanas en este evento. Así mismo quisiéramos tener un lugar fijo para entrenar, con entrada gratuita, pues solo estamos practicando un deporte”, señaló la capitana.
Cabe mencionar que la lucha del equipo por subsistir las ha llevado a vender artículos en ferias escolares, adelantar campañas de aseo en el coliseo de Ideflorida y a vender agua en las ciclovías para conseguir fondos.
Autodidactas
El interés por practicar este deporte va por encima de la falta de personal capacitado para entrenarlas.
Por eso lo hacen solo cuando puede Juan Pablo Reyes ‘Bellaco’, el único réferi certificado del oriente colombiano.
“Él nos ayuda en supervisión, reglamento y acompañamiento, es la única parte masculina pendiente de nosotras”, dijo Bailby.
Además las chicas asisten a capacitaciones y se instruyen por internet, pues es un deporte nuevo en el país.
Pink Sucks está conformado por estudiantes de colegio y universidad, profesionales, trabajadoras.
Es un deporte de contacto, sobre que consiste en dar vueltas a un óvalo con una líder adelante y el resto del equipo impidiendo a los contrarios el sobrepaso.
El encuentro dura 60 minutos y quienes lo practican requieren de destreza en los patines y resistencia física. Para el certamen nacional las jóvenes viajarán con recursos propios y sus aliadas de primera mano son otras chicas de Pamplona, Norte de Santander, únicas participantes del oriente del país.