¿Otra cuadra ‘picha’?
Por: Rodolfo Ortiz Acevedo/Periodista del Barrio
En esto se está convirtiendo la calle 37 entre carreras 35 y 37. Y no es para menos pues existe una invasión del espacio público por parte de dos cantinas que allí operan (se toman todo el peatonal con mesas para extender su atención), igual cantidad de contaminación auditiva con música y con las mismas personas incultas que se lucen con sus gritos y cánticos a altas horas de la noche.
Ni qué decir del parqueadero total en que se convierte la calle a tal punto que se hace prácticamente inviable este sector, sumado a esto suenan las alarmas periódicamente y como no, los parlantes de los vehículos a todo volumen cuando ya hay ebriedad de por medio, y todo esto hasta las 3:00 a.m.
¿Y dónde está nuestro amparo constitucional frente a este atropello? ¿Dónde está nuestro derecho a la salud, a la tranquilidad y a la vida?
Somos personas que estamos en estado de indefensión frente a esos particulares que contaminan auditivamente el medio ambiente, produciendo disminución en la calidad de vida de todos los que habitamos en este vecindario residencial por excelencia.
Ahora bien, mayor responsabilidad les asiste a las autoridades competentes de controlar el orden público, cuando este se altera con ocasión del funcionamiento de un establecimiento de comercio en donde se expenda licor, en la medida en que estos se encuentran sometidos al cumplimiento de unos requisitos para su funcionamiento. Ante esto cabe exigir el cumplimiento de los deberes constitucionales y legales que se imponen a la Policía Nacional y al Alcalde como primera autoridad de policía del municipio, lo que implica la adopción de medidas preventivas, represivas, y sancionatorias, iniciando por la investigación acerca de las licencias de funcionamiento que fueron expedidas en forma indiscriminada para un sector de tipo residencial.
Solicitamos a las autoridades administrativas y policiales pronunciarse y tomar acciones de ley que protejan nuestros derechos a la intimidad y a la tranquilidad, ya que son ellos quienes son los encargados de ejercer controles frente a este tipo de situaciones y a las perturbaciones de terceros.