Las buenas conductas son sencillas
Visitar otras ciudades permite tener un mayor conocimiento de lo que se debe hacer para mejorar el comportamiento ciudadano.
Recorrer capitales donde sus habitantes tienen una mayor conciencia ciudadana, permite confirmar que no es que ellos hagan cosas extraordinarias sino que nosotros dejamos de hacer cosas sencillas y elementales.
No es que otras comunidades sean más cultas que nosotros, es que simplemente aplican el sentido común y las normas existentes para un mejor vivir.
Hechos tan simples como no arrojar papeles ni basura a la calle, transitar por la derecha para no chocarnos con quienes vienen en sentido contrario, cruzar las vías por las esquinas, ceder el puesto a las mujeres o a quien más lo necesite, escuchar música con audífonos cuando se va en un transporte público o evitar el uso del pito del carro, son comportamientos fáciles de adoptar.
Esos pequeños detalles son los que se aplican en otras ciudades que nosotros suponemos más avanzadas que la nuestra, pero que en realidad no necesitan de mayor esfuerzo.
Por diversos motivos en Bucaramanga y su área metropolitana se han ido perdiendo esas buenas costumbres que nos distinguían en el orden nacional.
Será deber entonces de las autoridades, de los planteles educativos, de las familias y de nosotros los medios de comunicación promover e incentivar este tipo de comportamientos entre los ciudadanos para volver a hacer de nuestra ciudad un ejemplo de civismo, como debe ser.