Se siguen viendo ‘mal parqueados’
“O los controles de la Dirección de Tránsito no han sido lo suficientemente rigurosos, o los bumangueses no tomamos consciencia y nuestro nivel de cultura ciudadana toca fondo”.
Estos son algunos de los comentarios que los lectores de Gente de Cabecera nos han hecho llegar a esta redacción para denunciar los repetitivos casos de carros y motos estacionados en sitios prohibidos.
Con fotos y denuncias formales esto dicen algunos bumangueses.
¿Qué pasa en la calle 55A con 28?
Ahora que la Alcaldía de Bucaramanga tiene como proyecto bandera, la recuperación del espacio público en toda la ciudad, queremos enviarle al señor Alcalde y a su grupo colaborador nuestra felicitación y sentimientos de apoyo a su gestión por esta medida de bienestar a toda la comunidad.
Como damnificados desde hace varios años por invasión del espacio público cercano a nuestras viviendas por parte de intereses particulares de personas de poca cultura ciudadana, queremos poner en conocimiento al equipo encargado de las actividades de recuperación la situación anormal que padecemos en la calle 55A entre carreras 28 y 29.
Allí se encuentran obstáculos permanentes en la vía y en los andenes por el parqueo de automotores y motos, además del mayor obstáculo: impedir el libre tránsito de los peatones por el andén, debido a mesas y sillas colocadas sobre el andén por negocios de ventas de comidas.
Adicionalmente, parodiando el título de un programa de televisión “Qué tal esto?…”, dentro de los infractores al espacio público, como se observa en las fotografías en esta calle, también se encuentra un instituto de formación educativa.
¿Parqueadero ‘oficial’?
Hay una camioneta cuyo conductor ha adoptado el espacio público como su parqueadero ‘oficial’, poniendo en riesgo a toda la comunidad que transita por esa concurrida calle.
Como se observa claramente, en la calle 36 entre carreras 34 y 35 los vehículos que fluyen por esta vía de dos carriles deben, por cuenta del propietario irresponsable de este vehículo, esquivarlo y acceder a la carrera 35 que lleva a Cabecera en un solo carril.
El auto permanece estacionado desde la noche hasta el día siguiente, a veces no lo mueven en todo el día y en horas pico es increíble la congestión que genera.
Sería bueno que algún funcionario de Tránsito se pusiera al frente de este caso de irresponsabilidad.
“Cada negocio debe tener su parqueadero”
Soy vecino de la calle 55 con carrera 31, del barrio Antiguo Campestre. Hace más de 8 años se envió un Derecho de Petición por el continuo parqueo de vehículos obstaculizando la salida en carro de mi parqueadero.
Me respondieron de tránsito que realizarían controles y hasta el día de hoy nada de nada, solo palabras.
Tengo un hermano en silla de ruedas y es casi imposible llevarlo a consulta médica por la invasión de andenes y por las constantes y peligrosas imprudencias de vehículos y motos que van en contravía.
Sería solo cuestión de unos días que un alférez estuviera pendiente y se acaba este peligro.
Toda empresa debe de disponer de sus parqueaderos para sus clientes, esta norma no se cumple por ninguna de las empresas de este sector.
Se llenan las aceras
Quisiera comentar a raíz de la recuperación de los espacios públicos, que la carrera 29 entre 41 y 42 se llena en las aceras de automóviles de quienes van a almorzar a la zona.
Estos vehículos ocupan los andenes obligándonos a los transeúntes a usar la vía asfaltada, exponiéndonos a un accidente.
Tránsito por ahí todos los días ¿podría hacer algo?
Este y otros problemas
La bahía del Edificio Magisterio IV se ha convertido, en el parqueadero público para las ambulancias y público de la clínica Chicamocha, cuando todo ente de salud debe tener un lugar para esto y más para la recepción de las ambulancias.
Además, ante la carencia de una sala de espera, los familiares y amigos de los pacientes deben esperar por fuera del edificio, cuando por respeto debe haber un sitio para ellos.
Por falta de esta sala en las noches se escuchan los gritos y lamentos de personas por sus seres queridos, ya que esperan afuera de la clínica, perjudicando la tranquilidad de los residentes alrededor.
La falta de parqueadero para sus trabajadores, pacientes y ambulancias en la zona es un problema cada vez más grave.