Recomendaciones prácticas para el comienzo del año escolar
Por Pilar María Restrepo Iguarán, psicóloga Clínica y de la Salud, PsicoVital S&S
Después de las extendidas vacaciones de noviembre, diciembre y enero, el regreso a clases no es tan traumático como la mayoría de los padres de familia piensan; por el contrario, los niños, niñas y adolescentes luego de más de dos meses sin ir al colegio, comienzan a extrañar el ambiente escolar, a sus compañeros,a sus profesores, el recreo y demás juegos y actividades propios de la vida académica.
El comienzo de año conlleva una serie de innovaciones que generan expectativas en los estudiantes, suelen hacerse preguntas como:¿en qué grupo quedaré?, ¿quién será mi profesor titular de grupo?,¿llegarán estudiantes nuevos al colegio?, ¿cómo serán mis útiles nuevos?, ¿seguiré con migrupito de amigos?, ¿quedaré en el mismo salón de mi mejor amigo(a)?
Todas estas expectativas hacen que el estudiante empiece el año escolar con un alto grado de motivación y es allí donde los padres de familia deben estar presentes para apoyar y potencializar dicho entusiasmo, mostrándose interesados en dialogar positivamente al respecto, pero sobre todo, se debe aprovechar este momento de alta motivación para instaurar nuevos compromisos y hábitos en el niño en pro de su buen desempeño académico.
Para lograrlo, la clave está en que los padres usen un lenguaje amable, positivo y entusiasta, evitando al máximo dar instrucciones quesuenen a regaño, porque aunque es importante que el niño sepa que debe corregir algunos aspectos con relación al año anterior, estas sugerencias surtirán mejoresefectos si se hacen acorde al momento de alegría y motivación que está experimentando el niño.
Un ejemplo clásico: su hijo es de los que frecuentemente extravíalos lápices de colores, sin embargo, en este momento está muyemocionado porque estrenarásu caja de colores o marcadores nuevos; entonces es allídonde usted debe evitar decir sugerencias en tonode regaño: “Ahora es que los bote igual que el año pasado”, “usted no cuida las cosas”, “ya los he de ver por ahí tirados”.
Tenga por seguro que de esta manera jamás logrará que su hijo deje de perder los colores, al contrario, su profecía se cumplirá y muy seguramente este año será igual o tal vez peor.
En este caso, para preservar la motivación escolar de su hijo, es necesario que su lenguaje sea asertivo y cordial: “qué bonitos están tus colores”, “es importante que los cuides”; estimule al niño a que sea él mismo quien marque de forma creativa y divertida sus útiles, de esta manera se generará mayor sentido de pertenencia hacia ellos y la posibilidad de que los pierda será menor.
Lo invito a que haga un listado de las debilidades que notó en su hijo el año pasado, para que aprovechando las expectativas de principio de año, pueda modificar hábitos de una forma más saludable.