“El arte no es un comodín, debemos educar”

Cuando empezó a bailar tenía apenas 8 años. Lo hacía al son de los ritmos folclóricos del país.

Pero al llegar a los 15 años su estilo cambió cuando entró a ser parte del conservatorio de ballet del Dicas, Dirección de Cultura Artística de Santander.

Allí Eugenio Cueto supo que la danza contemporánea sería para siempre su gran aliada.

Fue precisamente con esta faceta como logró ser uno de los ganadores de las becas de estímulos otorgadas por el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga, IMCT.

Lo hizo con la obra ‘En este pueblo ya no canta la lechuza’, obra que fue presentada en dos ocasiones, la semana pasada, en el auditorio Pedro Gómez Valderrama.

¿De qué trata la obra ganadora?

“Se basa en un cuento del escritor cienaguero Álvaro Cepeda Samudio y que recoge elementos de la cultura Caribe. Es un trabajo de imágenes y movimiento con música del maestro Edson Velandia, de Velandia y La Tigra. Además tuvimos asesoría literaria con Ricardo Nieto, fotografía de Mauricio Olaya y diseño del afiche de Germán Jiménez. También usamos unas máscaras elaboradas por el colectivo Matachines de Floridablanca. En la obra que ha sido presentada en varios países como muestra cultural colombiana confluyen tres versiones del origen del bullerengue y se tocan temas eróticos representados en dos mujeres y un hombre. Las bailarinas de las hamacas construyen imágenes  evocadoras y riesgosas que solo dependen de ellas. Dependen de su fuerza y capacidad de control. Con esta obra se busca hacer pedagogía porque el desarrollo erótico de los seres humanos es natural pero se vuelve conflictivo en las sociedades por la mala orientación de ese desarrollo”.

¿Cómo ve la danza contemporánea en Bucaramanga?

“En el país fue muy importante pero hace falta reforzarlo. En los años 90 e inicios del 2000 se formaron varias personas en compañías nacionales que luego se fueron a trabajar a Francia, Suiza, Suecia, Inglaterra y Alemania. Es un desarrollo del que Bucaramanga no se ha apropiado. El arte busca transformar sociedades y la responsabilidad que tenemos lo que asumimos una labor artística es fuerte. La idea es que estos esfuerzos que hace la administración Municipal (con la entrega de estas becas de estímulos) y estos dineros cumplan su objetivo. No simplemente divertir al público, sino ir más allá y generar reflexiones. Se habla de arte como un comodín pero nadie comprende por qué es importante en sociedades”.

¿Qué otra formación tiene en esta área?

“Estudié en el colegio De Santander y luego inicié Licenciatura en Administración de la Educación en la UCC de Bucaramanga, donde fui docente desde antes de graduarme en esta misma universidad, durante 10 años. Después estuve en la Universidad del Tolima haciendo una especialización en Pedagogía para el desarrollo del Pensamiento Infantil y luego hice una maestría en La Habana. Lo último que estudié fue un doctorado en Educación en la Universidad de Granada, España. Pero lo mejor de todo esto que desde el principio conté con la formación de Sonia Arias Acevedo, quien me hay ayudado mucho”.