Rubén Darío, ganador de Premio Nacional de Composición
La carrera contra el tiempo ha sido más fuerte esta semana para Rubén Darío Gómez Prada. Entrevistas telefónicas y citas con medios de comunicación lo asedian luego de que se conociera que es el ganador del Premio Nacional de Música en Composición que entrega el Ministerio de Cultura.
Aunque tiene una larga lista de reconocimientos y premios como director, intérprete y compositor este es quizá uno de los más significativos en su carrera musical.
“A nivel de composición este es el más importante del país. Cualquier compositor quiere ganarse ese premio porque es el que da el Ministerio y porque económicamente es muy jugoso. Además implica que es un obra que será difundida internacionalmente, pues con el Ministerio se hará una grabación en la que se exaltará mi trabajo”, manifestó el docente de la Unab.
La obra ‘Tríptico para flauta y banda’ a la que le dedicó varias noches y madrugadas recibió no solo este mérito nacional del Programa Nacional de Estímulos a la Creación y la Investigación, sino un estímulo de 40 millones de pesos.
La obra y el premio
El trabajo con el que Gómez Prada participó en la categoría ‘Premio Nacional de Música en Composición para banda sinfónica e instrumento solista’ fue el mejor frente a otros 16 competidores.
Acompañado de la banda de Funza (Cundinamarca) con la que montó la obra, y con la voz de Paola García estudiante de la Unab, Rubén fue informado el 29 de agosto de su primer puesto, por encima del bogotano residente en Estados Unidos, Harold Fidel Gutiérrez Hoyos.
El jurado estuvo conformado por Blanca Cecilia Espinosa Arango, directora de orquestas y coros de la Universidad Eafit de Medellín; Miguel Ángel Casas Barreto, director de bandas, y el compositor y director español, José Rafael Pascual Vilaplana.
Apoyo y talento familiar
Pero este y otros triunfos de este zapatoca de 38 años no hubieran sido posibles sin el apoyo definitivo de su esposa María del Pilar García.
Van a cumplir 11 años de estar juntos y además de unirlos sus hijos Emilio y Estaban, están ligados por la música.
Se conocieron en la universidad, pues juntos empezaron la Licenciatura en Música en la UIS y siempre ha estado ahí para darle su punto de vista con sus trabajos.
“El papel que ella ocupa en mi vida es vital, trascendental, es un apoyo absoluto a todos los proyectos en que hago. Es cómplice en mis ideas. También se ha sacrificado bastante porque cuando uno se dedica a componer una obra como esta -que es grande- hay que dedicarle muchas horas, noches y madrugadas… y ella ha tenido que estar sola en muchos momentos de pareja y familia. También es apoyo en la evaluación a mi trabajo porque le estoy mostrando mi producción y me dice si le gusta o no, me propone y me exige más de lo que a mí se me pueda ocurrir. Digamos que es mi primer filtro…”, narró.
A este soporte hay que añadirle que también es heredero de una doctrina musical pues su padre, abuelos y hermanos tocaban algún instrumento, lo que hizo que desde muy pequeño se vinculara con la música.
Luego, en la universidad, contó con la guía de profesores destacados que le dijeron que sería un gran compositor… y no se equivocaron.
HISTORIA MUSICAL
También ha ganado premios nacionales con la agrupación musical ‘Mochila Cantora’ que con el tiempo se consolida como una academia y con ‘Septófono’.
Además de reforzar proyectos musicales como ‘Aguafresca’ y penetrar en el jazz con ‘Rubén y David’, Rubén fue ganador del Festival de Bandas en Paipa.