Metrolínea sí sirve, pero bien planificado
Haber implementado el Sistema Integrado de Transporte Masivo sin la debida planificación tiene hoy a Metrolínea a punto de colapsar.
La tendencia en el mundo es a dar prioridad a los sistemas masivos de comunicación como el metro o el tren por encima del uso del auto particular. Por lo menos así funciona en las principales capitales del mundo.
Sin embargo, aquí lo que parecía un buen medio de transporte, ágil, rápido y eficiente, se ha ido diluyendo por errores en la planificación.
Primero se construyeron vías exclusivas en una ciudad que carecía de estas; luego se permitió el paralelismo en el transporte público, no hubo acuerdo entre transportadores y gobierno, se sacaron unas rutas y no se reemplazaron y ahora se entró en una nueva etapa pero sin la debida información a los usuarios que están desorientados.
Con buenas medidas se puede salvar a Metrolínea que tiene grandes virtudes y que constituye un medio eficaz para el desplazamiento por la ciudad.
Los dirigentes deben implementar programas de movilización de manera adecuada.
Si las rutas no pasan en los tiempos acordados, ¿por qué no aumentar las frecuencias?; si no llegan a los barrios donde antes llegaba el bus urbano ¿por qué no crear nuevas rutas?; si la gente necesita más información sobre los recorridos, horarios etc. ¿por qué no dársela?
Son medidas urgentes que ayudarán a mejorar la situación.
Mientras tanto los usuarios y la comunidad en general debemos acostumbrarnos al cambio y no tenerle miedo al desarrollo.
Definitivamente cuando las clases dirigentes de la capital santandereana no son diligentes, debe ser porque no piensan en la calidad de vida de los que conformamos esta raza pujante o porque tienen intereses creados. Una buena opción seria que la ciudadania con mente abierta sugiera ideas, es una manera muy democratica e inteligente y a lo mejor sacamos adelante semejante inversión y demos ejemplo a las otras ciudades como lo hemos hecho en otros ámbitos.