Los Olímpicos y Colombia
Los medios masivos hablan de Londres como el gran triunfo colombiano, algunos pensamos lo contrario, analizando la historia, aún no entendemos ¿por qué solo después de 40 años superamos la cifra obtenida? ¿Realmente hemos sido regulares en triunfos después de 1972?
Según las estadísticas, la respuesta es no. Desde de Munich, pasaron 3 olimpiadas (Montreal, Moscú y Atlanta) donde no se obtuvieron medallas, luego solo una presea (Los Ángeles, Seúl, Barcelona y Sídney) y 2 (Atenas y Beijing).
Esa irregularidad denuncia a las claras que todavía no hay un plan a largo plazo o una política trazada para el deporte de alto rendimiento.
Seguimos dependiendo de la sensibilidad de un presidente, un alto directivo empresarial o el rebusque y perseverancia del propio deportista.
El reto que hay para Río de Janeiro es grande y va desde un cambio de actitud gubernamental y organizacional hasta agregar a esos logros de tipo individual, el fomento de deportes de grupos, que son el verdadero indicador de una política social.
También es bueno repensar el fomento masivo del deporte a través del sistema educativo, buscando un equilibrio horario entre ejercitar mente y desarrollar cultura física. Importan el aporte de la empresa privada, los incentivos gubernamentales y evitar casos de destituir trabajadores porque son practicantes o apoyan hijos deportistas.
En el caso de Bucaramanga, debemos aprovechar que tenemos facultades de Educación Física para que sean parte de un plan interinstitucional.
Hay que evitar que el profesor de Biología siga dictando las 2 horas semanales de Deportes.
El deporte de alto rendimiento y su fomento como política de un gobierno debe ser parte de todo un plan, al que también entra el resto de comunidad que ve en la cultura física como una manera de dar calidad a su diario vivir.