Sin carros, sin caminantes, sin bicicletas…
Aunque las intenciones de los precursores del Día Sin Carro eran cuidar el medio ambiente, promover el deporte, el uso de bicicletas y del transporte público, algunas de estas metas se cumplieron, otras no.
Muchos establecimientos comerciales cerrados, parqueaderos totalmente vacíos, taxis sin pasajeros y pocos transeúntes con pinta de caminata conformaron la escena de las vías y sitios públicos de una buena parte de la comuna 12, durante esta jornada.
Gente de Cabecera hizo un recorrido por el sector comparando el tránsito del martes 5 de junio con otro día normal de labores y verificando las cifras de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga que establecieron ciertos resultados en la estación de monitoreo de la carrera 33 con calle 52.
Allí hubo una reducción del 60% en el monóxido de carbono y del 38% en el dióxido de nitrógeno. Sin embargo hubo cifras que incrementaron como el dióxido de azufre que subió el 12% y el ozono troposférico del 61%.
“El aumento del dióxido de azufre en la zona de Cabecera del Llano responde esencialmente al incremento del número de buses del sistema de transporte público convencional por la carrera 33, que como se esperaba, obedece a la intensidad en las frecuencias de los despachos por parte de las empresas que tuvieron que movilizar a las personas que no pudieron utilizar sus vehículos particulares. Esto ratifica que esta clase de transporte sigue siendo el principal agente contaminante del aire, ya que funciona a base de ACPM o diesel”, explicó Carlos Mauricio Torres, coordinador de Información e Investigación Ambiental de la CDMB.
La Dirección de Tránsito y la Alcaldía de Bucaramanga también informaron del aumento del nivel de velocidad en vehículos que se movilizaban por la carrera 27 sentido sur – norte que de 30 kilómetros por hora pasó a 44, y en sentido norte – sur que estaba de 24 kilómetros por hora subió a 54.
Los que quisieron ‘dárselas de vivos’
Varios operativos se realizaron en la zona para controlar y hacer cumplir las normas del Día Sin Carro.
Servicio público
Aunque los taxis de la ciudad estuvieron a disposición de los bumangueses, pocos los usaron argumentando que era muy costoso movilizarse en taxi.
“Yo por ejemplo tengo que hacer varias vueltas, ir a varios bancos y no puedo pagar taxis todo el tiempo. Ya son las 10 de la mañana y he gastado en taxis 15 mil pesos y no puedo gastar más, me figuró bus”, dijo Clara Bonilla una residente de Cañaveral que trabaja en Cabecera.
Pocas ‘bicis’
Muy pocos usaron las bicicletas para llegar a sus sitios de trabajo. Los que la sacaron del parqueadero fue para hacer deporte.
Caminar, elección de pocos
Las calles, pocas liberadas totalmente de vehículos, lucieron por la ausencia de caminantes.
Algunos se rehusaron a usar los tenis y prefirieron continuar con su vestuario semanal, por eso se vieron señoras con zapatos altos, elegantes y hombres con zapatos de material, caminando por la ciudad, sin importar el sol y el calor que los perseguía.
Comparemos…