¡Muchos desocupados!
Dentro y fuera de la casa el trabajo es parte importante de la vida; sin importar lo simple que sea, el trabajo es un medio para ganarnos la vida y un medio de subsistencia.
Debemos sentirnos satisfechos con lo que hacemos, hacerlo con un sentido y un propósito vital clave en el plan de desarrollo del carácter de cada ser humano. Debemos experimentar el gozo de trabajar y disfrutar del trabajo.
Si usted y yo hemos trabajado por un largo tiempo, probablemente hayamos adquirido ciertos hábitos de trabajo, podemos aprender mucho de nuestras oportunidades laborales y de nuestros desempeños.
Dentro los hábitos claves aprendemos: la puntualidad, la lealtad, la capacidad de seguir instrucciones, la honradez, la disciplina etc.
Cuando nos encontramos con dificultades en el trabajo no debemos rendirnos sino tratar de encontrar una alternativa que nos permita acabar con éxito nuestra tarea.
En vez de decir: “No, esto no se puede hacer” podemos decir: “Se ve difícil pero déjeme ver qué puedo hacer”.
El esfuerzo y la determinación que demostramos nos brindarán beneficios sin importar si el proyecto tiene éxito o no.
Tal actitud es valiosa para la empresa donde vayamos a trabajar, para mis compañeros de trabajo y para mis jefes.
No nos quejemos porque nos toca trabajar, porque se nos presenten problemas a diario, quejémonos por no estar ocupados en el trabajo, por estar de vagos sin ocupación, amantes empedernidos de la pereza y el ocio que fácilmente nos llevan a la vida fácil de los vicios y la delincuencia.
Por tal motivo lanzo un “S.O.S” A las administraciones municipales, a los empresarios y a todas aquellas personas pudientes que abran puestos de trabajo para ocupar a tantos desocupados en vida productiva.