Chiquitecas y ‘clubes’, un dolor de cabeza
Todos saben a qué se dedican, dónde funcionan y cómo lo hacen. Sin embargo, nadie ha podido hacer nada para controlarlos.
Se trata de las mal llamadas chiquitecas y clubes (no los que conocemos tradicionalmente), dos formas de negocio que han logrado establecerse en distintos puntos del área metropolitana y que funcionan bajo el amparo de la total falta de ley.
Las primeras, son una especie de minitecas donde acuden menores de edad. Hasta ahí todo parecería normal. Sin embargo, quienes han tenido ocasión de ‘colarse’ en algunos de estos negocios dan cuenta de cómo allí se presenta el consumo de bebidas embriagantes y hasta de alucinógenos por parte de niños, no podemos afirmar si con la anuencia de los dueños del establecimiento.
También, operativos de la Policía han permitido la incautación de punzones, navajas, cuchillos y otro tipo de armas en poder de muchachos menores de 18 años.
Son comunes también las riñas y en algunos casos –como lo muestra una foto que circula por internet- el ‘destape’ de niñas ligeras de ropa.
El otro tipo de negocio que funciona hace algún tiempo en la ciudad es de los clubes, sitios donde no se registran las situaciones comentadas anteriormente pero donde no existe horario para la diversión ni para el expendio y consumo de bebidas alcohólicas.
Allí, muchos de los jóvenes que salen de bares y discotecas –que sí cumplen horario-, rematan sus faenas rumberas hasta las seis o siete de la mañana.
Estos clubes están amparados por la ley y ha sido la forma perfecta de burlar la hora zanahoria.
Las autoridades deberán tomar cartas en el asunto en estos dos casos, ya que son reiteradas las quejas de la ciudadanía.