De la cárcel salen a hombros
Ha llamado mucho la atención últimamente que quienes son investigados, juzgados y condenados por la justicia colombiana, salen de pagar sus penas y son recibidos como héroes, como próceres de la patria y como verdaderos ídolos.
Cualquiera se confunde cuando ve imágenes de televisión o lee periódicos y no sabe si a quien están ovacionando es a un émulo de Lucho Herrera, Pambelé, García Márquez o Juanes.
Resulta que no, que a quien le cantan, le dan vivas, le aplauden y casi que le botan la baba es a quien acaba de abandonar La Picota, La Modelo o El Buen Pastor.
Así estamos hoy por hoy, en una verdadera inversión de los valores.
Se vitorea más a los condenados que a quienes verdaderamente hacen algo por el barrio, por la ciudad o por el país.
Prueba de ello son los últimos acontecimientos en los que personajes que, tras ser hallados culpables de hechos como paramilitarismo, narcotráfico, robo o hasta crímenes de lesa humanidad, salen a hombros de las cárceles.
Esas imágenes son captadas por los medios de comunicación y reproducidas en muchas ocasiones sin contexto, dejando a la comunidad perpleja y, en muchos casos, haciendo diversas interpretaciones.
Mientras tanto los protagonistas del hecho ni se sonrojan. En vez de salir apenados con la sociedad, salen a cantar victoria, seguidos por sus borregos.
Desafortunadamente así estamos hoy y como vamos ¡alistémonos! porque próximamente saldrá Garavito a quien habrá que tenerle tremenda fanfarria.