Ángela Suárez diseñaba desde niña
¿Quién iba a imaginar que las costuras a mano que Ángela Suárez hacía desde pequeña serían solo la cuota inicial del éxito de los productos que hoy la hacen famosa en la región?
Pues así es. Esta malagueña de apenas 28 años se ha convertido en una insignia de la ropa interior en la Ciudad Bonita.
Tiene apenas cinco años de haber montado su fábrica de confecciones y su nombre figura en tiendas de ropa como Adriana Liévano y en empresas internacionales como Swarovski, pues sus prendas llevan cristales de esta marca.
Pero el impulso que Ángela María Suárez Peña tiene como empresaria va más allá de lo comercial y de hacer sentir a la mujer cómoda, hermosa, elegante y al tiempo sensual.
En su corazón de madre de Santiago, esposa de Cristian Villamizar, hermana e hija, hay también espacio para la solidaridad y esta la ha podido manifestar mediante las mujeres que trabajan a su lado.
Esta diseñadora de modas que hizo estudios de psicología, cuenta con el apoyo de cinco personas que hacen los trabajos de máquina y otras cuatro mujeres cabeza de hogar que con sus manos le dan el toque final a sus prendas, pues pegan cristales, ponen cintas y las perfeccionan.
En su historia de incansable trabajo también destaca la presencia de dos mujeres en particular: Adriana Liévano y Andrea Leyva, una como su impulsora y la última como publicista.
La cara amable ante todo
Además de llamar la atención a donde llegue por su evidente belleza, Ángela Suárez nos contó algo especial en su vida.
“Fui mamá a los 19 años, muy joven, pero esto me impulsó a seguir adelante con mis sueños y planes de estudiar y tener mi empresa. No es fácil, pero gracias a Dios he tenido el apoyo de mis padres, sin embargo las cosas iban a seguir con ciertos tropiezos, pues me casé hace 3 años (cuando mi hijo tenía 5 años) y a los tres días de casarme se murió mi papá… entonces fue otro golpe duro. Sin embargo creo que he sido una mujer bendecida, primero por Dios y luego por mi esposo, pues estas situaciones nos han hecho afianzar la relación. Además, como dije antes, cuento con dos ángeles que no me dejan sola en este proceso: Ángela y Andrea”, expresó.
El camino es largo
Y como sabe que debe aprovechar muy bien su tiempo y juventud, Ángela continúa ensanchando su empresa.
Mientras sigue ofreciendo sus variadas líneas de ropa interior (sport, pijamas, novias y juvenil) en importantes tiendas, trabaja con su esposo en el diseño de su propia tienda y en la creación de un champú especial para el lavado de las prendas y una línea de joyería en cristal.
“Hay que trabajar duro por alcanzar el sueño cueste lo que cueste. Uno tiene que llegar a la cima de la montaña como sea, así sea de rodillas y a rastras pero llegar y eso solo se logra trabajando duro”.
Algunos de los diseños de Ángela Suárez
“No me gustaba nada de lo que me compraban, entonces desbarataba mis pantis, los ponía sobre una blusa vieja y cortaba mis diseños propios, luego los cosía a mano. A mi mamá le daba risa, pero no me decía nada”.