¿Feria o bunga-bunga?
¿Qué quiere la comunidad bumanguesa que se haga este año con su feria?
Una celebración cultural, alegre, variada y muy nuestra, o el bungabunga en el que se ha convertido últimamente.
El debate se abrió en el Concejo. Allí se ventilaron esta semana cifras de riñas, muertes, robos y desmanes que se viven durante la semana ferial. También se habló de la falta de identidad, de los costos del evento, de la importancia que reviste un certamen de estos a nivel nacional y de quién o quiénes deben hacerse cargo de la organización.
Llegó la hora de ponerle coto al tema y empezar a trabajar para que la Feria de Bucaramanga sea un evento de altura, con gracia, que atraiga a la comunidad y no se quede en ríos de Old Par, silicona y guacherna.
Estoy seguro que los santandereanos no queremos una feria de rodillas, pasando pepitas del rosario y en silencio, pero tampoco es justo el borracho respirándole a uno en la nuca, el traqueto avasallando con su caballo a quien se le cruce ni la espuma y la maicena en los ojos de quienes quieren disfrutar de un evento en paz.
La propuesta es hacer eventos culturales, que se les dé más participación a los nuestros y que se mezcle con espectáculos de tipo internacional, dentro de un marco de sana convivencia.
Para eso hay que empezar a trabajar ya y consultar con la gente qué tipo de eventos quieren para este año. Seguro que del consenso pueden salir cosas buenas.
Bungabunga: algo así como fiesta erótica que hizo popular don Silvio Berlusconi en Italia.