El parque Las Palmas tiene historia ‘gaucha’
Un punto de encuentro para los bumangueses. En esto se ha convertido durante los últimos años el parque Las Palmas, un emporio comercial, residencial y cultural.
Lejos de las constantes quejas por ruido, olores y supuesta delincuencia, el sitio tiene cientos de cualidades que pasan desapercibidas para muchos y que son desaprovechadas por otros.
Además de estar rodeado de bares, restaurantes, bancos y de centros empresariales, este terreno alberga en sus raíces una variada especie de palmas, a quienes se les debe el honor del nombre del parque.
Ubicado en la calle 44 entre carreras 29 y 29ª y rompiendo así el esquema cuadriculado de urbanismo; a unos pasos de la carrera 33 y a otros pocos de la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, Gente de Cabecera les cuenta hoy qué más hay detrás de este abanico de palmeras con más de 40 años de historia.
Con historia argentina
Aunque son pocos los documentos existentes que indiquen la historia del parque Las Palmas, aún quedan en la memoria de algunos ilustres bumangueses los momentos en que nació este lugar.
Uno de ellos es don Edmundo Gavassa, quien recordó que este parque se terminó de construir en 1978 gracias a la Embajada de Argentina en Colombia, que quiso rendir en esta manzana un homenaje al General argentino José de Sanmartín.
Es en honor a este destacado militar el busto de bronce que hoy reposa en el marco de la carrera 29A con calle 44.
Aunque no recuerda la fecha exacta, don Edmundo asistió a la inauguración del parque iniciada a las 11 a. m. con una retreta, una ofrenda floral y en la que entonaron los himnos de Colombia y Argentina.
También asistieron autoridades civiles del momento, miembros de la Academia de Historia de Santander y una nómina de jugadores argentinos y uruguayos como Raúl Roque Di Marco, Norberto Pelufo, Roberto Pablo Janiot y Américo Montanini.
Fueron estos futbolistas quienes promovieron la construcción del parque.
Para la década del 60, cuando se adelantaban las obras, las casas de dos y tres niveles, con sus respectivos parqueaderos, eran la línea urbanística que rodeaba el parque.
“Nunca nos imaginamos ver el parque rodeado de edificios, bares y restaurantes, como lo vemos ahora. Fue una transformación total pues para ver las edificaciones que vemos ahora se tumbaron muchas casas bellísimas con diseños exclusivos hechos por arquitectos extranjeros residentes en la ciudad”, acotó don Edmundo.
También hizo memoria de algunas de las familias que vivían cerca al parque: Arturo Puyana Valderrama, Enrique Escandón, los Liévano, los Cristancho, el Mayor Muñoz y el ex gobernador Rafael Moreno Peñaranda.
En cifras
Hoy en día el parque, a pesar del poco cuidado de algunos visitantes, es uno de los más elegantes y verdes de la ciudad.
Con el cuidado de la Sociedad de Mejoras Públicas que esta semana le hizo mantenimiento a los escaños, con el aporte de empresas de aseo y la Alcaldía, está dotado de todo lo que debe tener una zona de sano esparcimiento para jóvenes y grandes.
Cuenta con 18 bancas y 11 cestas para la basura, todo en perfecto estado y distribuidos por todo el parque.
Igualmente tiene 18 luminarias y alrededor de 30 palmas de distintas especies y tamaños a lo largo y ancho del terreno.
A sus alrededores los visitantes pueden encontrar desde restaurantes y cafés, hasta bancos y cajeros electrónicos.
Sobreviven entre el ambiente comercial 6 viviendas y hay 5 establecimientos que abren sus puertas desde las 5 p. m. como café-bar.
Sobre la carrera 29 dos entidades tienen sus oficinas principales de atención al público: Proactiva S. A. Aseo Chicamocha y la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
Además, quienes caminen por Las Palmas pueden encontrar a pocos metros el BBVA Horizonte, el Banco de Occidente y 4 cajeros automáticos: Davivienda, ATH, Servibanca y Bancolombia.
Tempo II es un edificio de oficinas ubicado en la esquina de la calle 44 con 29 y en su primer piso funcionan locales de mensajería, telefonía celular y papelería.
Un emporio de palmeras
En sus entrañas el parque tiene variadas especies de palmas entre ellas la Palmera de Bismarck (Bismarckia nobilis), originaria de Madagascar, que con sus verdes claros da un tono más cálido al sitio.
También se puede observar la famosa Cola de pescado o Palmera de Sagú (Caryota urens), caracterizada por su estilo floreado.
Igual se tiene la Palmera Pacaya (Chamaedorea costaricana) que se distingue por su baja estatura-.
Otra de las especies es la Palmera Real (Roystonea regia) de origen cubano y común por su destacada altura.
Nuestros twitteros opinan
¿Qué le quita o qué le pone al parque Las Palmas para que sea el más visitado de la ciudad?
@andresmart1981.Los carros parqueados alrededor saturan el ambiente y entorpecen la movilidad en el parque.
@KarenGomezF17 . Le quitaría esos visitantes que lo tienen para un uso inapropiado que no permiten que se disfrute para su verdadero uso.
@Dienme. Tanto vendedor ambulante, tanta gente consumiendo alucinógenos, arreglo de la vegetación, fuentes y mejor alumbrado público.
@SebastianUribe. Le quito esa gente extraña fumando drunk, y le pongo más limpieza y organización.
PORQUE EN EL PARQUE DE LAS PALMA, NO HAY UNA PALMA DE COCO,,,,,