Bares y licor cerca de los estudiantes
Tarde se ha hecho en Bucaramanga y el Área Metropolitana la aplicación de la ley que prohíbe el expendio de bebidas alcohólicas en sitios ubicados a menos de 200 metros de los colegios y universidades.
Es como si la norma no existiera, pues se ha debatido este tema hace más de 15 años y aún no se llega a ningún acuerdo.
O mejor, no se trata de llegar a ningún acuerdo, sino de aplicar lo que está escrito.
Es lamentable que algunas instituciones hayan tenido que acudir a recursos legales para hacer valer sus derechos y defender a sus estudiantes.
En Bogotá la alcaldesa se amarró los pantalones y tomó cartas en el asunto. Aquí, mientras tanto, seguimos pensando en qué hacer y cómo hacerlo.
Mientras tanto la venta de licor se acerca más y más a los colegios y universidades. En algunos casos, incluso, casi se asoman las botellas por las puertas de los planteles.
La situación se ha tornado de difícil manejo para los rectores y padres de familia que ven cómo la falta de autoridad sigue campeando en nuestra ciudad, sin que haya asomo de solución.
¿Quién se atreverá a ponerle freno a esta situación?
El caso no es más que de reubicación de estos lugares para que no pierdan su derecho al trabajo, pero en el marco del respeto por las normas y en beneficio de una comunidad joven como la de los estudiantes.