Santandereanos, prestemos servicios con gusto y amabilidad
Tristemente veo con asombro que en esta cultura santandereana a las personas como que no les importa recibir o dar un mal servicio.
A diario vemos en los almacenes a apáticos vendedores que no les importa dejar esperando al cliente o en dar una adecuada información, no responder un saludo o no sonreír amablemente.
Hace poco tiempo, recién llegado a esta linda ciudad, tuve la amarga experiencia con un taxista que al tratar de abrir la puerta para abordar, estando la puerta asegurada por dentro, me dijo despectivamente “ábrala mano, que para eso tiene manos”.
A partir de este instante empecé a notar el regular servicio por parte de algunas personas que por vocación o “porque les toca” trabajan en ello.
El servicio si no se presta por vocación será una simple forma de ganarse la vida y esto será notado por el cliente.
Por tal razón todo producto debe ir acompañado de un excelente servicio y para ello debemos prepararnos, lo que implica renovarnos constantemente en las cuatro aéreas de la vida: mental, física, espiritual y social.
Vocación de servicio es la convicción íntima de que es un honor servir, el comportamiento de las personas con las cuales el cliente entra en contacto producirá siempre un impacto positivo o negativo y esto hará crecer o fracasar un negocio.
Profesionalismo es el conocimiento, habilidades, aptitudes y actitudes requeridos por cada persona o grupo para la ejecución de una actividad, trabajo o servicio.
Q buen artículo y reflexión, sólo viéndo nuestras debilidades podemos trabajar para ser mejores y no nos podemos excusar en que el santandereano es sincero. La sinceridad no tiene nada q ver con la grosería, pues la sinceridad da espacio a la tolerancia, la apertura, la negociación mientras q la grosería y la sobradez sólo generan más conflicto y división, lo cual está demostrado en los índices de casos de violencia x intolerancia en la ciudad; si queremos ver un Santander mejor posicionado debemos replantear el paradigma de «somos sinceros y por eso hablamos golpeado». Sigamos siendo sinceros pero amables, humildes y abiertos. Mi inquietud es ¿Que se necesita para crear un cambio cultural q impacte a los individuos para generar una cultura ciudadana q llegue a ser reconocida en el país? El santandereano tiene muchas cosas buenas, sólo q su definición de sinceridad y franqueza empaña notablemente su empuje, sus valores, su capacidad de emprendimiento, entre otras cosas.
Yo creo que el cambio de una sociedad, se genera desde el individuo. Por que Antioquia ( no soy paisa ) se ve como un departamento pujante y arrollador ? En parte,es por todo eso que caracteriza a sus individuos, en especial ese carisma de su gente.
Sin excusa alguna, si se puede empezar a ser diferente !!
Yo creo que el problema se podría solucionar -en parte- desde las direcciones de las empresas, capacitando en el manejo del cliente y en la amable atención al usuario. Las directivas de empresas deberían tener el ojo abierto en este tema, capacitar y exigir que sus empleados presten un buen servicio, que hagan que el cliente (ya sea por teléfono o personalmente) se sienta cómodo, tranquilo, plácido, a gusto en el sitio en que está y con la información que le están dando. Que el cliente no sienta que le hablan por hablar y que no sienta que el empleado le habla de mala gana, le arruga la frente, no suelta una sonrisa y contesta a secas un SI o NO.
Considero que el santandereano si es un poco grosero, aunque no es de generalizar, igual debemos reconocer que el acento propio del santandereano es muy golpeadito, seco y refunfuñon, lo que hace parecer que la persona estuviese enojada o malhumorada. Pero aun así, tienden a ser amables y solidarios, por lo menos fue mi percepción estas dos ultimas semanas que pase en santander.
Llevo 4 años en Bucaramanga y es complicado la convivencia, y es que los conductores de buses, de taxis, los señores de la tienda hasta la empresa mas grande toodoss amanecen con una cara de ogro y es asi. Y es que ya tienen esa fama y los mismos santandereanos se sienten orugllosos diciendo q son asi porq les gusta .
¿El problema será sólo en Santander o será un problema nacional? Lo que siempre rescato de mi gente Santandereana, es la sinceridad, siempre dicen las cosas como son, sin adornos, por eso algunos se sienten ofendidos….la «lambonería» no va con nosotros….Afortunadamente…
no pues que orgullo maltratar a las personas y ser groseros,ademas eso que los santandereanos son sinceros es pura paja aqui hay mucha gente hipocrita,lo que pasa es que a la gente de aca le falta amor y por eso dan de lo que reciben
Estoy de acuerdo con este señor. No soy de Santander pero sí me encanta vivir acá porque es una ciudad hermosa. Sin embargo sí hay que admitir que aunque tengo mucho de santandereano, creo que hace falta ser más amable. A diario vemos en almacenes, cafeterías, tiendas de ropa, oficinas públicas y privadas, consultorios y demás a gente que atiende DE MALA GANA, con una cara de OGRO que no pueden con ella. Qué mal, si uno sabe que trabaja atendiendo a la gente debería ser consciente que debe estar o tratar de star de buen genio todo el tiempo y no arrugando la frente. Seamos más amables y regalemos una sonrisa. SALUDEMOS a los vecinos en las escaleras de la torre donde vivimos, al portero y a la secretaria. Solo eso, sin cruzar palabra (para no tener la excusa de decir que el santandereano habla golpeado) diría cosas mejores del santandereano. El resto esta tierra es un PARAÍSO!!!!!
los costeños son los mejores