La libertad del sufragio
La libertad, ¡qué dulce palabra!
La humanidad ha anhelado ‘poder respirar a sus anchas’. Muchos nos preguntamos ¿tenemos libertad para votar en estas elecciones por el candidato de nuestra preferencia?
Las libertades más grandes son las espirituales, pero las libertades físicas, civiles, políticas y económicas también son de importancia.
Muchos son los que no gozan de libertad para sufragar porque desgraciadamente dependen laboral y económicamente de quienes les exigen que deben elegir a determinado candidato so pena de perder su empleo.
Esta clase de política se basa en la construcción de una democracia débil de súbditos al servicio de la “cleptocracia” que actualmente gobierna en muchas regiones de nuestro país.
Muchos incautos e ignorantes atraídos por el ‘TLC’ (tejas, ladrillos y cemento) venden su libertad de elegir al mejor, al honesto, al idóneo.
Es por eso que debemos protestar y solicitarles a las autoridades competentes que ejerzan justicia en estos casos, judicializando a los que atropellan la verdadera democracia. Además los entes de control electoral deben perseguir y castigar a los infractores de la Ley Electoral.
Deben supervisar a los empleados oficiales que, acosados por sus padrinos, hacen política descarada por los candidatos de su preferencia, repartiendo publicidad y dádivas económicas porque si no lo hacen, son despedidos.
Sin embargo, mucha gente tiende a dar sus libertades por sentado y no las valoran. Los seres humanos nacemos libres porque nos han sido entregadas mentes increíbles para pensar, hablar, imaginar, tomar decisiones, ponernos metas, ser emprendedores, creativos y desarrollar personalidad
Porque el gobierno humano puede restringir la libertad, pero no puede dar libertades que usted y yo, ya poseemos.