La corrupción política
La corrupción política es el mal uso público del poder para conseguir una ventaja ilegítima, que generalmente es secreta y privada y el término opuesto a corrupción política es transparencia.
La corrupción o abuso del poder público para uso personal y privado invade actualmente a todo el territorio nacional.
Casi la mayoría de nuestros actuales mandatarios, llámense alcaldes y gobernadores se dedican a aprovechar los recursos del Estado para enriquecerse con el apoyo de coaliciones de los concejales y diputados electos en sus alianzas políticas.
Estos que hacen las veces de coadministradores utilizan los privilegios otorgados por los mandatarios electos para obtener beneficios en los nombramientos de empleados y en las asignaciones de contratos, muy ajenos al bien común, utilizando los recursos públicos del Estado para bien personal.
Todos los tipos de Gobierno son susceptibles a la corrupción política, solo que las formas varían, las más comunes son: el tráfico de influencias, los sobornos, fraudes, malversación de fondos, prevaricación, el compadrazgo, el nepotismo y la impunidad.
Estas prácticas políticas son muy comunes en casi todos los municipios y gobernaciones por eso se debe supervisar el nivel de corrupción administrativa para evitar la “cleptocracia” que en término literal significa gobierno por ladrones.
Es por eso que antes de elegir debemos revisar las hojas de vida de cada candidato a corporaciones públicas para que votemos por los mejores, por los más honrados e idóneos y que trabajen por el bien común de sus pueblos. Eligiendo bien ganamos todos.