El bosque bumangués
Es obligación que el próximo alcalde o alcaldesa, CDMB y los dueños de la tierra defiendan y conserven los bosques que hay en la ciudad, desde los cerros orientales, hasta las 14 cañadas que la atraviesan de oriente a occidente, igual la escarpa occidental que desciende al valle del Rio de Oro.
La ONU declaró al 2011 como el Año Internacional de los Bosques y el presidente de ese órgano, Joseph Deiss destacó la importancia de las áreas forestales para la subsistencia humana.
“Centenares de millones de personas, fundamentalmente en los países en desarrollo, dependen de los bosques para su vida cotidiana, son el pulmón del planeta; sin embargo, cada minuto que pasa desaparecen unas 25 hectáreas de floresta”.
El 31 por ciento de los bosques nativos de Colombia ha sido arrasado, lo que se traduce en una tasa anual de deforestación de 598.000 hectáreas.
Esto no puede seguir. Los árboles purifican el aire y de nuevo lo convierten en oxígeno, además son parte del ciclo que produce agua, o sea el árbol es vida.
Los entes de control y bumangueses debemos insistir en su defensa, además hacer cumplir el marco legal vigente.
Según la Organización Mundial de la Salud, son 15 metros cuadrados que debe tener una ciudad por habitante en áreas verdes. Si multiplicamos por 600.000 habitantes, Bucaramanga tiene hoy 9 millones de metros cuadrados en dichas áreas? No los tiene, escasamente llegamos a 4.5 metros cuadrados por habitante.
Igual la solicitud va para los constructores, en especial aquellos que son amantes de megaproyectos hacinados, donde más importa el bosque de columnas de concreto.
Hipócrates decía: “El bosque purifica. El aire puro es el primer alimento del hombre y el primer medicamento».