“Nuestro barrio dejó de ser residencial”
En la calle 58 con 30 hace ya tiempo tiene sus oficinas la Defensoría del Pueblo. Esto era un barrio tranquilo de estrato 5 que se vio invadido por filas interminables de desmovilizados y desplazados, personas queriendo hacer valer sus derechos.
Luego llegó la venta de minutos, empanadas y chicles que sean ido corriendo por algunos vecinos indignados.
Los carros sobre la vía es otro cuento, pues es otra razón para ver más trancones en el sector.