Por fuera del Mundial
En pocas semanas comienza el Mundial del Fútbol Sub-20, el segundo torneo más importante después de la Copa Mundo de mayores. Y Colombia será sede por primera vez en la historia, luego de que Belisario Betancur nos dejara con las ganas de ser sede en el 86.
En el caso de los santandereanos tendremos que conformarnos con verlo por televisión, sin palparlo de cerca, sin tenerlo en casa.
¿Por qué nos quedamos por fuera de la fiesta?
Alrededor de la decisión de qué ciudades son sede de un mundial giran muchas cosas, se contemplan muchas alternativas y se mueve mucho poder.
Sin embargo, Bucaramanga reunía todas las condiciones para ser sede y tal vez nos faltó más dirigencia, más cercanía con el poder y si se quiere más rosca.
Descalificar a nuestra ciudad como se hizo para este mundial es desconocer a la quinta capital del país, que muestra importantes índices de crecimiento y grandes atractivos.
Ciudades como Armenia, Pereira y Manizales no son más que Bucaramanga y su área metropolitana. Sin embargo, ellas fueron designadas sedes y hoy disfrutan de estadios remodelados, de inversión en infraestructura y están próximos a recibir a miles de turistas del mundo entero y a sonar en el concierto internacional.
Mientras tanto nosotros, con todas nuestras potencialidades, quedaremos en segundo plano.
Hay que despertar. No podemos seguir dejando que nos releguen, porque los santandereanos tenemos con qué hacer eventos de talla mundial y mucho que mostrarle al mundo.
Esa es la misma pregunta que siempre me he hecho, no soy Bumangués, pero me pregunto por qué la quinta ciudad del país se ha dejado fuera en la copa América y en el mundial. La respuesta es obvia y clara. Por qué rayos la quinta ciudad del país no tiene un estadi al menos mínimamente presentable. No es que se estén relegando y que ustedes mismos se han relegado al no construir un verdadero estadio. Eso es más que obvio, por eso ciudades como Armenia y Manizales ganan aunque no sean más.