¡Que se apaguen las alarmas!
La carrera 30 entre calles 51 y 52 se convirtió en el sitio preferido para estacionar los vehículos con alarmas.
Todos los días algún propietario de alguno de los autos que estacionan en la vía pública nos hace una demostración de incultura y falta de civismo.
Se ha llegado el caso que algunas veces hay dos alarmas disparadas al mismo tiempo.
Ojalá algún alférez de la Dirección de Tránsito pusiera orden y silencio a los dueños de estos autos que no les importa para nada la convivencia pacífica.