Sí hay soluciones para el caos vial

Pensando en darles a los bumangueses una ciudad más tranquila y con menos ‘apretones’, Gente de Cabecera consultó con Ismael Orozco Sánchez, ingeniero de transporte y vías quien dio su punto de vista sobre el caos vial y las posibles soluciones al mismo.

¿Cómo ve el problema de movilidad en Cabecera?

“Es el reflejo de lo que pasa en toda la ciudad. Las vías principales no están comunicadas y la ciudad tiene privilegios para comunicarse de sur a norte y de norte a sur perfectamente, pero de oriente a occidente y viceversa no. El giro a la izquierda en la calle 56 con 33, para ir al sur, interrumpe los flujos y crea inconvenientes y perturba la movilidad. Para esto se propone hacer ‘orejas’ y que así no haya necesidad de girar a la izquierda sino que fluidamente los vehículos se incorporen a los carriles disponibles”.

¿Y por qué no se hacen estas obras?

“Sí se pueden hacer, es que no hay voluntad política y a veces se alega falta de recursos para ejecutarlas. Sin embargo sin  inversiones baratas para resolver parte del conflicto. No hay necesidad de pensar siempre en pasos a distinto nivel, como túneles o  pasos elevados, son soluciones baratas como buenos semáforos o estas orejas”.

¿Dónde más funcionarían estas ‘orejas’?

“Tenemos problemas serios de nudos gordianos, en la carrera 33 con calle 36, por ejemplo, hay giro a la izquierda y crea doble conflicto para el que va norte a sur y viceversa. La propuesta en este caso es que se prolongue la doble calzada de la calle 36 una cuadra más arriba, es decir, hasta la carrera 34, y se incorporen esas manzanas como orejas y se permitan hacer los giros sin necesidad de estar apelando al semáforo, que crea demoras para todos los flujos. Se tendría que ampliar la calle y quitar parte del andén. Es una solución además para quienes quieres ir al centro que solo pueden tomar la calle 34 para bajar a la carrera 33”.

¿Dónde más se ve el caos y una posible solución?

“Otro caso es el problema del trancón evidente en la calle 36 con La Rosita, en la glorieta. Esta glorieta no tiene la capacidad para recibir todo el flujo vehicular que llega allí. Las soluciones hace 20 años eran las glorietas, pero se le ha buscado otra salida ahora con semáforos, que es lógico. Es una obra que no cuesta mucho dinero para esta zona”.

Pero, ¿El aumento del parque automotor en la ciudad no ha acelerado este caos?

“Bucaramanga es una ciudad que tiene una taza de motorización baja, es decir, la cantidad de vehículos en una ciudad por determinado número de habitantes. Bogotá tiene 7 millones de habitantes y tiene 1.100.000 vehículos, eso le da una taza de motorización de alrededor de 6; Caracas tiene 10, Buenos Aires 10, Barcelona 20 y Bucaramanga tiene 3. Esto siendo generosos haciendo la conversión de 4 motocicletas por un vehículo para que podamos llegar a 370 mil vehículos, que es la cifra que manejan las autoridades”.

¿Entonces no es cierto que la ciudad esté como está por el aumento de carros?

“La solución no es decir que hay mucho carro, en otras ciudades como esta hay más pero han encontrado salidas. Hay que buscar soluciones concretas desde el punto de vista de un mejor ordenamiento de los flujos vehiculares y de obras complementarias para hacer este orden”.

¿Cuál es la situación en la zona alta de Cabecera, en la parte residencial?

“En la carrera 39, 39A y 40 la situación es difícil. Hay alrededor de unos nueve edificios proyectados y grandes. Estamos hablando de unos 800 o 900 vehículos diarios que van a transitar por acá, en la mañana, al mediodía y en la noche y esto crea cierto conflicto. Además no vemos que la Administración esté pensando en darle solución vial a esto, no está pensando en hacer intersecciones viales a distinto nivel ni en mejorar el estado de las vías que son deplorables, no está pensando en buscar otras alternativas de vías ni hacer nuevas vías. No es posible que no haya una vía cercana para pasar de la 39 a la 39A o de esta a la 40”.