Así, ¿quién paga con gusto?
Da rabia escuchar a los funcionarios referirse a los compromisos que debemos pagar los ciudadanos en municipios donde las calles viven llenas de huecos, proliferan las basuras, la contaminación es reinante y ni qué decir de la inseguridad y de la congestión vial.
El tema de la valorización con la que se grava a los contribuyentes de Bucaramanga y Floridablanca, produce náuseas. Y no es que la gente no deba pagar por las obras, lo que pasa es da grima ver cómo se despilfarran los recursos extraídos a la fuerza de nuestros bolsillos.
Es claro que las obras son necesarias, pero quienes administran nuestros recursos deberían ser más conscientes y darse cuenta de que el palo no está para cucharas, que la gente no puede pagar con gusto cuando observa que su calidad de vida no mejora y que las obras avanzan a paso lento, tendiendo a la parálisis.
Decirles a los habitantes de Cañaveral que se apresuren a pagar por una obra que según algunos ingenieros y arquitectos vale la mitad de lo que presupuestaron y no brindarles ni una sola ayuda económica por parte del gobierno, no puede caer bien.
En Bucaramanga ya se acerca el cobro de este mismo gravamen para la ejecución de algunos proyectos cuyos recursos deberán salir de los bolsillos de los contribuyentes.
Ojalá en este caso el gobierno sí ayude a aliviar la carga porque de lo contrario se podría presentar otra desobediencia como la que ocurre en el sur del área metropolitana.
Y que tal los señores del ejercito que esta semana no atienden para la expedición de libretas militares, y para completar esta expedición demora 1 mes, si señor un mes.
Cuantas oportunidades laborales se pierden por este tipo de medidas.
Nada raro verdad estamos en Colombia, que vergüenza siempre estuve en contra de ese comentario, pero el señor de la entrada así también me respondió.
Interesante una nota de estos amigos de la patria