Ser docente hoy… – Columna de opinión
Por: Carlos Alberto Porras Alarcón
Un docente es una persona que enseña una determinada ciencia o un arte, debe tener habilidades pedagógicas para ser un agente efectivo del proceso aprendizaje.
Hoy en día el avance tecnológico de nuestra sociedad amenaza con que estos agentes sociales desaparezcan, pues las computadoras y las clases virtuales hacen creer que ya no necesitamos de esas personas para nuestra formación, haciéndonos tomar una cultura de auto dictadas.
Pero por más auto didactas que seamos siempre necesitamos de una persona profesional para que nos guíe y nos ayude en el proceso de aprendizaje ya que el docente tiene una habilidad especial para enseñar, tiene elementos valiosos en el papel de la educación como humanizadora, socializadora y culturizadora que puede hacer viables estos elementos sin los cuales no sería posible el avance de la sociedad y el desarrollo humano.
Enseñar es una tarea que dignifica a la persona. El logro de una enseñanza capaz de proporcionar a los estudiantes la posibilidad de aprender, adquiere una importancia de primer orden.
El alumno no aprende solo, sino con la actividad auto estructurante del sujeto que estará mediado por la influencia de los otros, y por ello el aprendizaje es en realidad una actividad de reconstrucción de los saberes de la cultura.
El rol del docente, es actuar como mediador o intermediario entre los contenidos del aprendizaje y la actividad constructiva que despliegan los alumnos para asimilarlos. Sin dejar de reconocer que la enseñanza debe individualizarse en el sentido de permitir a cada alumno trabajar con independencia y a su propio ritmo, también es importante promover la colaboración, y el trabajo en equipo (grupal).