Los dolientes del parque Leones
Gilberto Camargo Amorocho
Excelente la experiencia que viví recientemente en el parque de Leones. Allí estuvimos reunidos con los vecinos, juntas administradoras de edificios inmediatos, algunos ‘Bucaramangafilos’ y Clubes de Leones, todos laborando en un solo fin: proteger el Parque de Leones.
El sábado 7 de mayo se hizo un recorrido por dicho espacio público con el fin de continuar reconociendo su estado, reevaluarlo y hacer un listado de necesidades apremiantes.
Se habló sobre la función social de un parque, el deber de pertenencia de los ciudadanos y el fomento de actitudes proactivas en su conservación, defensa y mejora, en especial de aquellos habitantes que tienen relación directa y a la vez disfrutan de su infraestructura.
Se nota que el compartir algo común ha fortalecido los lazos de vecinos y el sector se ha vuelto más participativo, no solamente en los adultos, sino en el resto de generaciones. He aquí una lección para el resto de pobladores de la ciudad, en las buenas también hay razones para unirnos y comprender que los principios constitucionales son argumentos, que bien intencionados en su manejo nos pueden por fin rediseñar y reconstruir ciudades al gusto de todos.
La importancia de conocernos un poco más es redescubrir una fortaleza que nos brinde más oportunidades de ser más humanos y sociables.