Nena Morales: “Mi mayor regalo: los hijos”
Goza del privilegio no solo de ser madre y abuela. A los 78 años de vida, Nena Morales Ballesteros tiene el gusto de saludar de beso y consentir a sus dos bisnietos.
Haciendo un recuento de su vida, esta bumanguesa le contó a Gente de Cabecera que lo mejor que le ha podido pasar en la vida y en sus más de 30 años de matrimonio, es ser mamá. “Son una bendición, una belleza de hijos. Todos los días le doy gracias a Dios por habérmelos dado. Tuve la fortuna de tener seis hijos, todos muy juiciosos, inteligentes, trabajadores y pendientes de mí”, expresó mientras se acomodaba en la sala de su casa, ubicada en la calle 45 con 28.
Allí, en la tranquilidad que le brinda su apartamento donde vive sola hace varios años, descansa, lee, medita, escucha música y le ora a la imagen blanca de brazos abiertos ubicada en la cúpula de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús.
“Aunque esté de espaldas, le digo al Sagrado Corazón que me cuide mucho a mis hijos y les ilumine en sus trabajos y sus hogares, porque es Él el que me los ha guardado”.
Esta misma religiosidad la tiene desde joven, cuando estudiaba en el colegio de la Santísima Trinidad ‘Las Pachas’.
Precisamente fue en tercero de bachillerato cuando con unas compañeras de colegio se dirigió a la cancha a ver a las estrellas del fútbol que habían llegado a la ciudad, pues se corría el rumor de la contratación de unos argentinos para el Atlético Bucaramanga. El rumor era más que cierto y todo pudo haber imaginado menos que uno de ellos sería el padre de sus cinco ‘varones’ y Silvia Andrea… de los amores de su vida.
Viajera incansable
Recuerda con claridad que su primer viaje al exterior lo hizo a los 17 años, cuando se acababa de casar con Raúl Roque Di Marco, quien se la llevó a vivir a Argentina.
“Durante los nueve años que estuve allá conocí mucho, viajé bastante y también aprendí. Recuerdo que mi suegro me quería mucho, era una buena persona y me enseñó muchas recetas de cocina, pues como buen italiano, esa era una de sus pasiones. Gracias a él aprendí a cocinar, porque recién casada no tenía ni idea de eso”.
También mencionó con ahínco sus viajes a Estados Unidos, de donde traía ropa para vender, pues fue comerciante durante varios años.
Todo esto durante sus años de casada. Ahora que está sola, disfruta también sus viajes a Orlando, también en los Estados Unidos, donde vive ‘la niña’, como le llama a la única mujer que nació de sus entrañas.
“Estuve viviendo con ella durante varios años, venía seguido a Colombia, pero decidí venirme a vivir acá de nuevo. Quiero mucho a Colombia y a Bucaramanga y estoy muy tranquila en esta ciudad. Sin embargo ‘la niña’ me manda los pasajes para que yo no gaste nada y viajo a verla tres veces al año”, manifestó.
De lejos con el fútbol
Con lo que sí no pudo convivir ni fue con el fútbol.
Cualquiera pensaría que ser la esposa de una estrella de fútbol denota pasión por este deporte. Con ella no fue así.
“Nunca fui a un partido de fútbol, nunca fui a la cancha ni viajaba con él para su trabajo. No me ha gustado ni me gusta el fútbol ni poquito. Los que sí heredaron este gusto fueron mis hijos, pues además de practicarlo lo comentan en radio y lo admiran por televisión”.
¿Y la relación con los hijos?
“Es muy buena, me quieren, me visitan y están pendientes de mí. Víctor Raúl es muy especial, él es el dueño de los almacenes de ropa; le sigue Carlos, quien se encargó del restaurante. Muchos creen que porque es el más alto y acuerpado es el mayor. Marcelo Javier vive en Bogotá y tiene un buen trabajo; Alberto René es ingeniero y trabaja en Vanguardia Liberal, es el que viene siempre a preparar platos especiales conmigo, porque le gusta mucho la cocina; Raúl Omar es ingeniero también y profesor de la Unab, y ‘la niña’ Silvia Andrea que también estudio la universidad en Bucaramanga pero que vive en Estados Unidos con sus dos hijas”.
Un artículo muy lindo sobre una vida que ha dejado huella, no solo sobre nosotros, sus hijos, sino sobre muchas personas de bien acá en Bucaramanga.
Basta tan sólo salir a un lugar público con mamá para ver el cariño que le tiene la gente que la reconoce, cariño de muchos años en formación.
Mil gracias! Le haz dado a ella un excelente regalo de madre anticipado.