Pensemos más en los usuarios
Las empresas de servicios públicos deberían ser más flexibles a la hora de pensar en los usuarios.
O por lo menos Gasoriente debería hacerlo, pues con su imposición de autoridad refleja la falta de consciencia a la hora de ponerse en el lugar del otro.
Soy residente de Pan de Azúcar desde hace 20 años y siempre hemos tenido problemas con la nomenclatura de las casas. Muchos mensajeros se pierden y nunca encuentran la casa a donde se dirigen. Esto ha sucedido con quienes traen las facturas de servicios, que muchas veces los dejan en otras casas.
O como me pasó a mí, que dejaron el recibo del gas en una casa abandonada. Yo me confié y reconozco mi error, al no percatarme que llevaba dos meses sin pagar el servicio y ahí viene mi reflexión.
Vinieron a cortarme el servicio y llamé a la oficina, allí me dijeron que yo tenía un minuto para mostrarle a los funcionarios la factura.
¿Cómo es posible que en un minuto suceda eso? Creo que si queremos tener un mundo más justo debemos empezar por ser más flexibles y no imponer la autoridad así porque sí y perjudicar a los demás.
Y ni qué decir con las revisiones reglamentarias, pues se deben hacer cuando ellos lo dispongan, sin importar que los usuarios vivan solos, no tengan a quien dejar en la casa y lo más importante, falten a sus horarios estrictos de trabajo por esperar a los técnicos.
¿Habrá alguna entidad que los vigile y les recuerde que los usuarios también son seres humanos, que trabajan, cumplen horarios laborales y tienen más obligaciones?