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“Nos llevamos otra imagen de este país”

AFS
La organización tiene 50 años de existencia y 30 de estar en Bucaramanga. La situación crítica de seguridad en Colombia hizo que durante 10 años se cerraran las puertas de este país para recibir extranjeros, sin embargo hace 3 años se reabrieron y ha sido un éxito.

Algunos no tenían ni idea hacia qué punto del mapa se dirigían. Otros solo habían visto noticias malas por la televisión y algunos escuchaban a varios amigos relacionar a Colombia con la cocaína.A pesar de las contrariedades que se encontraron por el camino, seis jóvenes entre 16 y 28 años quisieron descubrir por sí solos lo que es Colombia y hoy no se quieren ir de esta tierra. Se trata de un grupo de alemanes radicados en Bucaramanga como parte de AFS Programas Interculturales. “Es una experiencia única. La idea es que conozcan la cultura y sean embajadores de Colombia a donde vayan. La organización cubre los gastos del viaje y el colegio, pero ellos acá viven en un hogar normal que los adopta comosus hijos”, explicó Víctor Di Marco, presidente de la junta directiva nacional de AFS.

“Vale aclarar que los hogares que los adoptan no reciben un peso por eso, ellos corren con los gastos, lo hacen de corazón y por vivir una experiencia bonita y de intercambio de cultura. Es una experiencia que enriquece, que nos vuelve más tolerantes y respetuosos hacia el que piensa y actúa diferente a mi porque fue criado de otra manera”, dijo Di Marco, quien agregó que la idea es ampliar el número de hogares que acojan a más muchachos.

Magdalena Abele
Es la “mamá de los pollitos”. Tiene 26 años y hace su trabajo social en Funprocep. Estuvo 6 meses en Cúcuta, pero dice que prefiere a Bucaramanga, que tiene un clima más agradable y gente más cálida. Cree que el gusto por las empanadas, arepas y flautas de sus compañeros es porque en una misma comida hay arroz y carne y no se necesitan cubiertos para comerlo. “En Alemania la familia y los amigos siguen teniendo mala imagen de Colombia, pero nosotros no, hay sitios muy seguros en este país, se puede salir tranquilo y no es tan peligroso como lo muestran los medios allá”.

Minja Hacheney
Comparte con sus compatriotas el gusto por las empanadas y flautas, pero dice que no le gustan las sopas, el caldo, ni los perros calientes que acá son diferentes. Pero contrario a esto le encanta el clima fresco de Bucaramanga y su ambiente rumbero, pues hasta baila vallenato y por estos días aprende de su hermano a bailar salsa. “La salsa es muy difícil para mí, trato pero es difícil, en cambio el vallenato me gusta más, es diferente y ya bailamos siempre”, dijo la estudiante de 16 años, del Gimnasio Piedemonte y residente en Cañaveral. Contó que en su tierra celebran la Navidad asistiendo a la misa del 24, cenan, reparten regalos y luego rumbean. Su temporada de fin de año la pasará en Bogotá.

Caspar Hohrenk

Este joven de 16 años y estudiante del Instituto Caldas no ha podido encontrarle el gusto al tamal. Junto a Teheressa y Caspar viajarán en los próximos días al Amazonas, donde conocerán parte de la frontera de Brasil, Perú y Colombia. “Antes no sabía mucho de este país, no tenía mucha idea de acá antes de venir, pero creo que no es tan malo como lo hacen ver”, dijo el joven quien reside en Cabecera. De los aires musicales le encanta el vallenato “porque es rápido, diferente y tiene mucho sabor”. Pasara el 24 de diciembre con sus padres y hermanos en la Mesa de Los Santos y el 25 y 26 con tías y abuelas en San Gil, mientras llega enero porque esos días estarán en San Andrés islas.

Theressa Ling

“Me voy el 14 de enero y no me quiero ir, estoy amañada, me gusta mucho Bucaramanga y estoy muy feliz aquí”, manifestó la estudiante de undécimo grado del Nuevo Cambridge y quien actualmente vive en Lagos del Cacique. Su estadía en la ciudad ha sido exitosa, pues ha hecho varios amigos, además ha estado paseando por la Costa Atlántica, Cali, el Eje Cafetero, Sucre, Boyacá, el Parque Tayrona y pronto estará en Medellín. Sobre las tradiciones colombianas en cuanto a esta época de fin de año, dice que le parece raro que la gente salga con la maleta a darle la vuelta a la manzana, que vistan ropa interior amarilla y rellenen un muñeco de pólvora al que luego le prenden fuego “eso nunca lo había oído en ninguna parte”.

Anton Kuntzsch

Tiene 20 años y está prestando servicio social en el colegio Federico Ozanam. De la comida colombiana le gustan los patacones y las empanadas. “Mis amigos creían que en Colombia la mayoría de personas tienen cocaína, es estúpido eso. En las noticias solo nos enteremos cuando pasan cosas malas, casi nada bueno, solo llegan imágenes malas y no se ve lo positivo”, dijo el joven que pasará con su familia (adoptiva) abuelos, tías y tíos en Cali y Bogotá en diciembre y en enero en Cartagena y Santa Marta.

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3 comments to “Nos llevamos otra imagen de este país”

  • liborio rodriguez

    UNA GRAN LABOR REALIZAN ESTOS MUCHACHOS EN LA CIUDAD , BIEN POR AFS, EXCELENTE ORGANIZACIÓN DE INTERCAMBIO INTERCULTURAL

  • Oyumi Hoshino

    Como se puede uno como comunicar con Caspar? :p

  • GIVINGETTING

    Regalo navidad = DONACION DAMNIFICADOS

    Estamos proponiendo que cada uno regale de navidad una donación para los damnificados del invierno. Cada cual DONA en la entidad que más confianza le genere. Entrega una tarjeta a quien regala (puede ser hecha a mano) contando que realizó una donación.

    Ayudenos divulgando ésta idea.

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