Aunque el colectivo existe también a nivel nacional, fueron las encargadas de promover la idea en santander, buscando así ayudar a los padres y madres de esta región. La idea surgió luego de creer que pasando por esa experiencia, se puede apoyar a otras personas que cruzan por dicha situación de dolor.
“La filosofía es que el dolor compartido es un dolor que nos da fortaleza. lo compartimos entre los mismos que sentimos el dolor de haber perdido a un hijo. esto es diferente a perder el esposo, la hermana, la mamá, eso duele mucho pero no es comparable con la pérdida de un hijo”, dijeron.
Mediante sus reuniones semanales (gratuitas), los asistentes pueden expresar todo lo que sienten en esos momentos, sin el temor de ser juzgados o señalados. “Queremos que la gente sepa que un duelo o el estado en que estamos no es una enfermedad, es un proceso que se debe hacer y llevarlo y este es un grupo de autoayuda, que no solo aporta a quien asiste sino consecuentemente al resto de la familia que también siente dolor”.
Con su labor, este grupo de mujeres no pretende que se olvide al hijo que murió, sino de sobrellevar una pena que lastimosamente les tocó vivir y creer que sí se puede volver a sonreír.
Refuerzos
Para reforzar esta labor de ayudar al otro, quienes hayan asistido a Lazos pueden hacer parte del VI Encuentro Nacional de la Fundación, que se realizará en Bucaramanga este 16 y 17 de octubre. El punto de encuentro es en la Casa de Formación San José, en Floridablanca.
Dato
Al grupo asisten más mujeres que hombres, quizá porque ellos pueden sobrellevar este dolor más fácil. Otro punto es que allí pueden llegar madres que han perdido a sus hijos sin importar la edad en que este haya partido, es decir, han asistido madres de hijos de 20, 30, 40, 60 años, hasta quienes han abortado accidentalmente.
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