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Un espacio educativo en apuros

El amor por los niños bastó para que yolanda Delgado Muñoz dedicara gran parte de su tiempo y su dinero a aquellos menores con dificultades en el aprendizaje. Por eso, cuando quiso poner en práctica sus estudios de psicopedagogía, no dudó en decirle a un hermano que le prestara un apartamento que acababa de construir, y montar allí la Fundación Psicopedagógica integral.Con su sueldo, con aportes de la otra institución donde labora y con las ventas de las manualidades que elaboran en la institución, este centro especializado en niños con problemas conductuales y cognitivos se ha mantenido. Han pasado tres años y aunque la labor no le ha ensanchado sus bolsillos, sí le ha permitido acostarse tranquila todas las noches después del trabajo cumplido. y cómo no sentir satisfacción cuando a su oficina entra un padre de familia a agradecerle porque luego de un proceso, su hijo superó los problemas que no le permitían avanzar normalmente en las actividades académicas.

Por allí han pasado muchos, pero por ahora el número varía, teniendo un promedio de 40 alumnos en las tres jornadas (de 8:00 a 10:00 de la mañana, de 10:00 a 12:00 m y de 2:00 a 4:00 de la tarde). sin embargo, de no encontrarse una salida al apretón económico por el que pasan antes de diciembre próximo, la fundación desaparecería.

Yolanda Delgado aseguró que ha pasado la propuesta a la secretaría de educación, para que de alguna manera aporte al sostenimiento de la fundación, pero la respuesta es siempre la misma: “no hay plata, tenemos que esperar”. “acá no le pagamos más sueldo a nadie porque no tenemos con qué, pero hay deudas que no esperan, se debe empezar a pagar arriendo, pagar servicios y comprar materiales para que los niños puedan trabajar”, añadió.

Por eso, pensando en el futuro académico de niños de todos los estratos de la ciudad, esta residente de Pan de azúcar espera la colaboración de empresas privadas y públicas que se quieran vincular.

¿Cómo es la labor?

En la fundación se tratan tres tipos de programas: para niños con necesidades educativas especiales, para padres de familia y niños con problemas psicológicos, y talleres artísticos. “Lo más interesante es que utilizamos el arte como herramienta terapéutica con los niños. Tenemos niños con muchas dificultades y mediante manualidades como filigrama, tarjetería, country, plastilina y bisutería lo van superando sin darse cuenta.

También se ha logrado bajar los niveles de ansiedad e hiperactividad en algunos niños, además de mejorar en el rendimiento académico”, expresó la directora y docente. A esta metodología se suman los cursos de lectoescritura con los que se logra detectar y tratar problemas como la disgrafía (dificultad para escribir, omisiones o sustituciones), dislalia (escriben y leen textos mal, a su acomodo) y ortografía.

Equipo humano

Además de aportar sus conocimientos, Yolanda cuenta con la solidaridad de dos auxiliares de preescolar, practicantes y de su hija Daniela, estudiante de Medicina y quien ha llevado a una compañera a cumplir con esta noble labor. “Es importante que la ciudad reconozca nuestra labor de psicopedagogos y que en los colegios se estudien los casos, pues generalmente los estudiantes con problemas cognitivos y conductuales son remitidos a psicólogos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales.

No estoy queriendo decir que su labor no sea necesaria en estos procesos, pero sí que hay casos que pueden estar en manos de otros profesionales”, manifestó la docente. Bucaramanga, 23 al 30 de julio de 2010 Gentedeaquí 11 Las prácticas artísticas son una herramienta básica que Yolanda emplea para disminuir los niveles de ansiedad, hiperactividad y para mejorar el rendimiento académico en los niños menores.

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Un espacio educativo en apuros5.052
Julio 23, 2010 | Etiquetas: , , , | Categoria: Gente de Aquí

7 comments to Un espacio educativo en apuros

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