Ver a Ricardo Alipio Vargas Mantilla vestido de overol y con un trapo en la mano al lado de una escultura de la ciudad, ya es costumbre O por lo menos lo es desde hace 5 años, tiempo que lleva dedicado al cuidado y recuperación de los monumentos de la Ciudad Bonita.

Hace una semana se le vio en la Unab, donde le volvió a dar vida a ‘Cordillera’, una obra metálica ahogada por grafitis y orines. La vena artística que lleva en la sangre y que lo ha caracterizado en Bucaramanga le ha obligado a cumplir con esta labor.

Aunque en la última ocasión fue contratado por directivas de la Unab, la mayoría de veces lo ha hecho apoyado por el Instituto Municipal de Cultura y Turismo, IMCT. “Es importante que se dé ejemplo, se tome conciencia, se terminen los ataques a las obras públicas y crezca el civismo y cultura ciudadana. Cada obra de ornato que se hace en la ciudad requiere de un esfuerzo tanto del que la patrocina como del que la ejecuta. Con esto se hace ciudad. Porque esto en otras palabras es vandalismo, es dañar nuestro entorno”, expresó el artista bumangués residente en La Floresta.