María Gómez, quien reside frente al sitio, manifestó que estas obras son importantes, se deben valorar y que espera que las autoridades hagan lo suyo controlando el trabajo de vendedores de comidas rápidas sobre la gramilla. “Ellos pueden seguir sobre los pasillos y manteniendo la limpieza, lo primordial es cuidar el pasto y evitar que quienes vienen a comer allí lo pisen”, añadió.Otros sectores necesitan mejoras Pero aunque se le ha invertido a parques como San Pío y el Turbay, los transeúntes de la calle 54 entre 32 y 33 esperan lo mismo. El parque que constantemente es rodeado de vendedores de minutos, está inundado por la maleza y la basura y según quienes trabajan en la zona, hace más de tres meses que no se le hace mantenimiento.
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