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Nuestra Gente

“Soy un músico inconcluso, un filósofo confuso y un poeta iluso”

Gustavo Pinzón, miembro de la Academia de Historia de Santander.

 

-Profesor, ¿cuál es la constitución de Zapatoca?

– Zapatoca no tiene constitución.

– Claro que sí profesor, la tiene.

“… Y así me rajó un estudiante. Me hizo ir hasta Zapatoca, le pregunté al cura, al rector, a todo el mundo y me dijeronque no había constitución. Me fui para la biblioteca de la UIS y revolqué sin saber en dónde y encontré que hubo 22 constituciones en Santander”.

No hubo escapatoria.

Fue la excusa perfecta para que el abogado Gustavo Pinzón González escribiera su octavo libro, el mismo que el 16 de marzo lanzó en la Universidad Manuela Beltrán titulado: Constituciones del Gran Santander. Sus primeras letras las plasmó hace seis años, cuando creyó que por acercarse el Bicentenario de Colombia, muchos escritores empezarían a hacer lo suyo.

Esto, y un concurso que se realizaría sobre el tema, fueron su motivación.

“No hubo ningún concurso finalmente pero logré mi propósito que era hacer un libro para el Bicentenario. Es que la gente no sabe qué es Bicentenario, es celebrar una palabra si se quiere: libertad. Lo importante es que me lean, es mucha gracia que me lean”. Pero el 23 de mayo un inesperado derrame cerebral cambió un poco su historia.

“Este es Pinzón”

Filósofo de la Universidad de Antioquia, abogado de la Universidad Nacional, miembro de la Academia de Historia de Santander y docente de la Unab, Santo Tomás, Manuela Beltrán y Cooperativa de Colombia.

Ha ocupado cargos como Juez Promiscuo Municipal de Barbosa, Juez nacional de Instrucción Criminal, Juez Superior de Barrancabermeja, Fiscal del Juzgado Superior de Bucaramanga, secretario Jurídico y de Educación de Santander, concejal, diputado y representante a la Cámara, entre otros.

En familia

La vida le dio la oportunidad de tener tres hijos, que en sus venas portan su talento e inteligencia: Gustavo Adolfo, Juez Penal del Circuito de Medellín y a la espera de ser nombrado magistrado; Germán Augusto, quien acaba de fundar una fábrica de cerveza artesanal y es socio de una entidad nacional de restaurantes, y Laura Margarita, decana de la facultad de idiomas de la Universidad Santo Tomás, quien además es abogada.

Su vida gira en torno a Esperanza Vera, “ilustre mujer” y quien lo acompaña a todos sus viajes. “Precisamente estuvimos en diciembre pasado en Dubai y Paris, fue espectacular. Ella siempre está conmigo”

Mientras en la Santo Tomás asimilan su renuncia, logra a punta de terapias movilizar el lado izquierdo de su cuerpo… A ‘Pinzón’, como él mismo se llama cuando se ve en las fotografías de sus viajes a más de 40 países del mundo, nada lo detiene.

Dice que tan pronto recupere la movilidad total de su cuerpo, cuando vuelva a caminar como antes… volverá a recorrer el mundo, se dedicará a vivir la vida y a descansar como se debe.

La vida de este célebre santandereano, nacido en Albania siempre ha girado en torno a las letras.

“Mi parte espiritual se basa en tres facetas: la música, la filosofía y las letras. Soy un músico inconcluso, un filósofo confuso y un poeta iluso”. Pero dejó por fuera la docencia. La carrera que inició hacia los 18 años, cuando era profesor de un colegio de Mompox y donde por razones de tiempo y espacio tuvo que expedir su cédula de ciudadanía. Así fue.

De viaje en viaje, de aula en aula, impartiendo sus conocimientos. Seguramente quienes pisaron la Universidad Autónoma de Bucaramanga y la Santo Tomás, cursando Derecho recordarán sus charlas.

“Amo el aula, a mis estudiantes. Como soy un hombre de mundo, podía combinar la historia del derecho con la geografía y en una de las clases les decía: Nos vamos para Mesopotamia, y la describíamos tanto que nos transportábamos…”, contó con la nostalgia que puede expresar quien ha dedicado más de 50 años de su vida a la docencia.

Así como su alumnado lo extraña, también sus amigos de tertulia, con quienes comparte con frecuencia tardes y noches de acordeón. “Casi todo veleño toca instrumentos, yo toco el tiple y en Arauca aprendí a tocar el cuatro.

El acordeón que tengo es de piano, pero por ahora me olvido de él, pues no tengo mucho movimiento en la mano izquierda”, expresó esperanzado en que más adelante volverá a tenerlo entre sus brazos.

 Su última obra

“Es un libro interesantísimo, un aporte al Bicentenario, un capítulo importante en Santander, que en esa entonces se llamaba Provincia de Socorro y de Pamplona”.

Uno de los intereses de su libro es recalcar que el Grito de Independencia no se dio precisamente el 20 de julio de 1810 en Bogotá, sino el 4 de julio del mismo año en Pamplona y el 10 de julio en Socorro.

Igualmente que muchos conozcan que Santander, sus provincias y municipios tuvieron 22 constituciones.

1 comentario

  1. felicitaciones,recuerdos muy gratos de su familia,muy especiales de laura ,compañera en la uis de fisioterapia;abrazos.

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