Todo lo que aprendió durante sus viajes como deportista lo está aplicando ahora como empresario. Javier Gordon, un sanandresano que hace muchos años se radicó en Bucaramanga y que ha sido uno de los más destacados basquetbolistas de Colombia, es ahora un empresario del turismo.

Con muchas ganas y mucho tesón decidió meterse en el mundo de la hotelería y desde hace un par de años tiene un hotel en pleno centro de Cabecera. “Cuando yo era jugador y llegaba a hoteles quería que me atendieran bien, y eso es lo que trato de hacer ahora”, dice este espigado hombre de piel negra y blanca sonrisa. Javier estudió administración de empresas, fue campeón con el equipo Leopardos y representó a Colombia en varios eventos internacionales.Su capacidad como jugador lo llevó a visitar distintas ciudades y viajar fuera del país a diferentes torneos. Hoy está retirado y aunque sigue jugando a nivel recreativo en las canchas de barrio, su mente está puesta en hacer empresa. Por eso decidió junto a su esposa asumir primero las riendas de un hotel en el centro de la ciudad para después apostarle a crear su propio negocio en el exclusivo sector de Cabecera. Y aunque él no hace parte de una cadena de hoteles ni si nombre representa una multinacional, sabe que con servicio es como se conquista al cliente.

Así nació Cabecera Country, un acogedor lugar en plena calle 48 con 34, de 30 habitaciones distribuidas en seis pisos. Hoy, dice Javier, su negocio ya es reconocido y requerido por aquellas personas que llegan a la ciudad en plan de negocios o de paseo. “Aquí ha venido gente de diferentes partes del país y de otros países como Can adá, Venezuela y algunos de Europa”, dice. Por estar situado en un lugar privilegiado, los turistas se amañan ya que pueden recorrer la zona a pie.

Javier tiene un compromiso consigo mismo: sacar adelante este proyecto, al que la ha invertido un buen capital, pero que considera como un aporte al desarrollo de la ciudad y, obviamente, de Cabecera.