El dueño de los perros y gatos que generan inconformidad para los residentes de un edificio en Cabecera dice que está en el proceso de reubicar a las mascotas.

Las quejas relacionadas con el ruido y los malos olores, producto de la tenencia de 9 mascotas en un conjunto residencial de Cabecera, fueron escuchadas por el dueño de los animales, quien manifestó que se encuentra en el proceso de reubicación de los mismos. Tal como lo manifestó en una comunicación enviada a Gente de Cabecera, “es cierto que hay ruido ocasional y a veces mucho, como ocurrió la semana antepasada en que yo estaba en Cúcuta, dejé el apartamento solo y una de las perrita  acorraló un gato y ladraron todos a la medianoche un largo rato. Eso es molestia grande. Es cierto. Ahora dejo encerrados a los gatos en una habitación”.

Pero también insiste en que, tal y como consta en un Acta del Comité de Convivencia de la Unidad Residencial, hasta el 22 de septiembre tiene plazo “para poder ubicar a las mascotas que ladran en forma inoportuna, entregándolas en adopción a familias adecuadas”, explica el documento. En él también se indica que “el comité de convivencia y la administración del conjunto manifiestan que si no cumple lo anteriormente pactado se entraría a realizar los trámites legales respectivos, con lo que él manifiesta estar de acuerdo”. Además, comentó que antes eran 7 perros de los cuales ha podido ubicar a dos y que actualmente se encuentra en busca de un hogar para dos perros más y tres gatos, “pero mediante un proceso de adopción, que ha sido lento, ya que por ser criollos, la gente no los admite fácilmente”.

El dueño de las mascotas insistió en que “a ellos, al igual que a todos los perros y gatos desamparados y perseguidos por la inconsciencia y la crueldad humanas, los considero mis hermanos y no los voy a abandonar a su suerte o a dárselos al primero que pase, como haría la mayoría de gente en un caso similar, así me llegue el agua al cuello”. El caso recuerda un evento ocurrido hace algunas semanas en Barranquilla, cuando el dueño de varias mascotas decidió instalarse en un parque ante la imposibilidad de tenerlos en su lugar de residencia.